Leclerc: “No veía el túnel porque tenía lágrimas en los ojos”
Un emocionado Charles celebra la victoria en Mónaco: “Fue difícil contener las emociones en las últimas vueltas, pensaba en todos los que me han ayudado”.
—¿Su victoria más especial?
—Monza en 2019 fue muy especial. Pero Mónaco es el gran premio que me hizo soñar con ser piloto de F1. Recuerdo ver la carrera con mis amigos y con mi padre, que hizo todo lo posible para que yo llegase a donde estoy hoy. Cumplo uno de mis sueños y también uno de los suyos. Es una pista muy difícil en la que hacerlo todo bien desde los entrenamientos. Conseguirlo delante de mi familia y mis amigos, alrededor de toda la pista, es una sensación muy especial.
—¿Se emocionó en el podio?
—Sufrí durante las últimas diez vueltas para contener mis emociones, más aún que en el podio. Me costaba al salir del túnel porque tenía lágrimas en los ojos, pero había que aguantar. Ha sido muy difícil, pensaba en toda la gente que me ha ayudado a llegar donde estoy. Es solo una victoria, la temporada es muy larga y son solo 25 puntos. Pero emocionalmente, significa mucho. El hecho de que salimos desde la pole en el pasado y no pudimos ganar ni controlar hace que esta sea aún más especial.
—Llevaba casi dos años sin ganar. Cambia la tendencia?
—Creo que el punto de inflexión llegó hace varias carreras. No tuvimos coche para ganar, pero sí aquí y había que aprovechar la oportunidad. Me costaron algunas clasificaciones al inicio, pero trabajé en el ritmo y estoy contento por cómo ha ido. Espero que vengan muchas más victorias pero no nos podemos dejar llevar, Mónaco es un circuito específico.
—¿En algún momento sintió la presión?
—Estaba gestionando a lo loco, tres o cuatro segundos más lento, pero no sabía cuánto apretaría Oscar (Piastri). Luego ya tenía claro que todo estaba bajo control y el ritmo era muy bueno. Podía hacer otra carrera con esos neumáticos, hubo mucha gestión. Son más los pensamientos en mi carrera y en mi pasado en las últimas 15 vueltas. Pero no eran pensamientos negativos, sino todo lo que ha pasado hasta ahora. El kárting, los sueños de llegar hasta aquí.
—¿Le preocupaba la maldición? ¿Las dos poles desaprovechadas?
—Nunca pensé que hubiera una maldición, pero fue difícil que en las dos ocasiones que pude ganar, en la primera no pude tomar la salida y en la segunda no tomamos la decisión correcta. Fue frustrante perder esa victoria y como piloto no sabes cuándo llegará la siguiente oportunidad. Sobre todo cuando es tu carrera de casa, y cuando es en Mónaco, una pista tan difícil. Sabía que tenía otra oportunidad y quería lograr la victoria. Hubo tensión, pero en cuanto me metí en el coche no sentí nada.
—Está a 31 puntos de Verstappen en el Mundial.
—Alguien me había dicho que eran 23 y estaba emocionado… pero no pienso en el campeonato. Las evoluciones de Ímola, todavía tenemos que ver qué nos dan y cómo funcionan. Tenemos que maximizar los fines de semana y poco a poco llegaremos ahí.
—¿Cómo celebrará esta victoria?
—Ya le he dicho a Fred (Vasseur, que subió al podio) que se prepare porque va a saltar al agua conmigo. Tengo bastante claro lo que hay que hacer con los mecánicos y los ingenieros. Hay que disfrutar del momento, a partir del martes pensaremos en Canadá.