La emocionante despedida de Siri Hustvedt a Paul Auster: “Murió en una habitación que amaba, su biblioteca”
La destacada escritora estadounidense publicó en Instagram un texto sobre su esposo, en donde elige resaltar “su coraje estoico y su humor hasta el final de su vida” que “son un ejemplo para mí”
El aclamado novelista estadounidense, autor de una prolífica obra en la que destacan la Trilogía de Nueva York, Brooklyn Follies o La invención de la soledad, murió a los 77 años en su casa, en Brooklyn (Nueva York), a causa de un cáncer de pulmón.
“Paul nunca abandonó Cancerlandia. Resultó ser, en palabras de Kierkegaard, la enfermedad mortal. Después de que los tratamientos fracasaron, su oncólogo le ofreció quimioterapia paliativa, pero él dijo que no y solicitó cuidados paliativos en casa (...) Paul ya había tenido suficiente. Pero nunca, ni con palabras ni con gestos, dio muestras de autocompasión. Su coraje estoico y su humor hasta el final de su vida son un ejemplo para mí”.
“Mi marido no tiene computadora. Escribía a mano y mecanografiaba sus manuscritos en una máquina de escribir Olympia. En los últimos días de su vida, le escribía cartas a nuestro nieto, Miles. Su letra diminuta temblaba a consecuencia de un temblor provocado por el tratamiento, pero borró esas letras hasta perder todas las fuerzas. Nuestra asistente y querida amiga, Jen Dougherty, descifró los textos después de que yo los fotografiara y se los escribió. Quería que fuera su último libro. En un derroche de determinación, logró terminar una carta y redondear su texto, pero el manuscrito no es largo. Con esa carta terminó su vida como escritor”.