El juego de las diferencias entre la opulencia de River y la humilde economía de Temperley, tras la histórica victoria del Gasolero en la Copa Argentina
Más allá del equilibrio futbolístico en el estadio Islas Malvinas, las distancias en estructura son abismales
Más allá de la fiereza y valentía que pueda demostrar el equipo que viene desde abajo, hay diferencias insoslayables en lo que se refiere al valor de los jugadores. Transfermarkt, el sitio alemán que es la referencia mundial en la cotización de los futbolistas en el marcado, indica que el plantel de River tiene un valor total de 106 millones de dólares, mientras que el de Temperley apenas alcanza los 3 millones: nada menos que 103 millones de distancia entre uno y otro.
Si se le saca una foto a la definición por penales en el estadio Islas Malvinas, los pateadores que acertaron ante Franco Armani (1,30 millones de dólares), presentan valores módicos: Pedro Souto se cotiza en 325.000, Francisco Ilarregui, Luis López y Juan Pablo Segovia llegan a los 108.000 dólares y Jorge Scolari trepa a los 27.000. Y los autores de los tantos en los 90 minutos, ambos espectaculares, fueron Esequiel Barco, tasado en casi 10 millones, y Fernando Martínez, que deliró con su increíble tijera en el descuento y está valuado en apenas 27.000.
Para dimensionar la abismal brecha económica entre ambas instituciones, Claudio “El Diablito” Echeverri, otro de los titulares anoche en River, tuvo un valor de venta a Manchester City de 26 millones de dólares más otros 10 por objetivos. El otro caso es el del chico de 16 años Franco Mastantuono, una de las varias joyas de la cantera millonaria, que tiene una cláusula de rescisión de 45 millones de euros (unos 48 millones de dólares), para el club que quiera adquirirlo en forma inmediata. En tanto Souto, junto con el mediocampista Emanuel Ibáñez (ayer también jugó) y Lucas Angelini son los jugadores más caros de Temperley (325.000 dólares cada uno).
Para enfrentarse a River por los dieciseisavos de final de la Copa Argentina, Temperley realizó un viaje de 1263 kilómetros desde Salta -donde enfrentó el viernes a Gimnasia y Tiro- hasta Mendoza que le demandó un recorrido de 18 horas en ómnibus. Esta mañana, luego del triunfo, el plantel se subió al mismo colectivo para regresar hasta Temperley, en una especie de viaje de egresados, que los futbolistas iban compartiendo a través de las redes sociales. Una dinámica común en el ascenso, que habla del esfuerzo que hacen los clubes de la Primera B Nacional en el torneo más federal del país.
En la vereda del más poderoso, River realizó un vuelo chárter, como es habitual para los viajes del plantel hacia Cuyo. Ambos clubes, lógicamente, están separados además por la cantidad de asociados: mientras que River suma la increíble cantidad de 350 mil entre socios y afiliados a Somos River, Temperley llega a los 10.000), los ingresos por llenar la cancha, los sponsors y los derechos de televisión, ya que militan en distintas categorías. Es más: el presupuesto 2023/2024 en la entidad de Núñez contempla 30 millones de dólares de inversión para el fútbol profesional.