EEUU y la UE no acuerdan aún si autorizar a Ucrania a usar las armas que le donaron contra objetivos militares en Rusia

Josep Borrell consideró que corresponde a cada Estado decidir si da permiso a Kiev para atacar territorio ruso con las armas que le haya proporcionado

Infobae

El jefe de la diplomacia de la UE, el español Josep Borrell, admitió este martes que los países del bloque continúan divididos y sin acuerdo sobre el envío de instructores militares a Ucrania. “No hay consenso”, dijo al fin de una reunión de los ministros de Defensa europeos en Bruselas. Y el gobierno de EEUU ratificó su oposición a que las tropas ucranianas usen su armamento para atacar “suelo ruso”, mientras que el presidente francés Emmanuel Macron se declaró a favor de que Kiev pueda utilizar las armas occidentales para neutralizar puntos desde donde Rusia lanza sus misiles, siempre y cuando los objetivos no sean civiles.


Borrell, alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Seguridad, también consideró este martes que corresponde a cada Estado miembro decidir si da permiso a Ucrania para atacar territorio ruso con las armas que le haya proporcionado a Kiev.

El diplomático confirmó en la rueda de prensa posterior al encuentro de ministros de Defensa de la UE que en la cita se discutió “la posibilidad de levantar restricciones sobre armas occidentales utilizadas por fuerzas ucranianas para dirigirse contra objetivos militares en territorio ruso”. Para Borrell, “está claro” que se trataría de “una acción legítima bajo el Derecho Internacional, cuando es utilizada de manera proporcionada”, pero agregó que “también está claro que es una decisión que corresponde tomar a cada Estado miembro” y que deben asumir su responsabilidad sobre si hacerlo o no.

“Nadie puede forzar a un Estado miembro a levantar esta limitación en las armas que están suministrando a Ucrania”, comentó tras una reunión en la que los ministros escucharon por videoconferencia a su homólogo ucraniano, Rustem Umiérov. Borrell detalló que hace “algunas semanas” algunos Estados miembros no veían apropiado levantar esa restricción y ahora han decidido autorizar a Ucrania para atacar Rusia con las armas que han donado a Kiev, pero incidió en que “quizá otros siguen teniendo reticencias”.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que también participó hoy en la reunión, insistió en que Ucrania debería poder utilizar el armamento que le ha donado Occidente para atacar objetivos dentro de Rusia tales como lanzamisiles, artillería o aeródromos.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (REUTERS)
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg (REUTERS)

Este martes, Borrell no quiso dar cifras sobre cuántos Estados miembros ya han acordado permitírselo a Kiev. “Algunos explícitamente dijeron que van a levantar esta limitación. Otros han dicho eso, pero no de forma tan clara; otros dijeron: ‘Bueno, sí, pero déjame pensarlo’”, expuso, y añadió que “el número (de países) cambiará”.

“Creemos que debemos permitirles neutralizar los sitios militares desde donde se ataca a Ucrania, pero no podemos permitir que se toquen otros puntos civiles u otros objetivos militares”, dijo el mandatario francés Emmanuel Macron en una rueda de prensa junto al canciller alemán, Olaf Scholz, en el Palacio de Meseberg, en las afueras de Berlín.

“Lo que ha cambiado es que Rusia ha adaptado un poco sus prácticas”, apuntó Macron para justificar por qué Francia se suma al Reino Unido en apoyar la idea de que el Ejército ucraniano se defienda atacando objetivos en territorio ruso. “El suelo ucraniano está siendo atacado desde bases que están en Rusia”, afirmó. “¿Cómo vamos a explicar a los ucranianos que tienen que proteger todo lo que hay alrededor de Kharkiv sin el derecho a atacar desde dónde se lanzan los misiles?”, se preguntó de forma retórica.

El presidente francés Emmanuel Macron (REUTERS)
El presidente francés Emmanuel Macron (REUTERS)

Olaf Scholz dijo a su vez que “Ucrania tiene todas las posibilidades dentro del derecho internacional” en su defensa frente a la agresión de Rusia y que le extraña el debate sobre la supuesta prohibición de Occidente a la legítima autodefensa. Sobre las armas de EEUU, Francia y Alemania suministradas a Kíev, el canciller alemán recalcó que existen “reglas que aseguran y que garantizan que eso se hace en el marco del derecho internacional”.

“Esto ha funcionado en la práctica y va a continuar funcionando”, añadió Scholz, quien dejó claro que no todas las armas tienen las mismas características y condiciones de uso.

Francia ha suministrado a Ucrania misiles SCALP, con un alcance de unos 250 kilómetros, en tanto que Scholz se ha negado a entregar a Kiev misiles Taurus, con un radio de acción de 500 kilómetros, al alegar que éstos podrían implicar a Alemania directamente en la guerra a ojos de Rusia y provocar una escalada.

El canciller alemán Olaf Scholz (REUTERS)
El canciller alemán Olaf Scholz (REUTERS)

Por otro lado, la Casa Blanca rechazó este martes la solicitud del presidente ucraniano Volodimir Zelenski de poner fin a las restricciones sobre el uso de armamento provisto por Estados Unidos para atacar territorio ruso.

“No hay cambio en nuestra política en este punto. No fomentamos ni permitimos el uso de armas suministradas por Estado Unidos para atacar en suelo ruso”, dijo en un reporte el vocero del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

John Kirby, vocero de Consejo de Seguridad Nacional de EEUU (AP Foto/Susan Walsh)
John Kirby, vocero de Consejo de Seguridad Nacional de EEUU (AP Foto/Susan Walsh)

Josep Borrell también mencionó este martes que actualmente siguen bloqueados siete actos legales que permitirían el desembolso de 6.600 millones de euros (USD 7.160 millones) para Ucrania. De ellos, 4.500 millones proceden del apartado especial creado para Ucrania en el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP), y otros 1.500 millones se refieren a tres tramos de ese mismo fondo que Hungría ha vetado reiteradamente.

Finalmente, hay otros 600 millones de euros retenidos que no llegaron a utilizarse de los 1.000 que componían la llamada segunda vía de financiación de apoyo militar a Ucrania, cuyo objetivo era sufragar compras conjuntas, y que por tanto volvieron al FEAP.

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