Alemania y la República Checa buscan acelerar en la Unión Europea el abandono total de la energía rusa
Pedirán a la UE que inicie conversaciones periódicas de alto nivel sobre cómo reemplazar los recursos rusos
Alemania y la República Checa están presionando a la Unión Europea para que mantenga conversaciones sobre cómo eliminar las fuentes de energía que Europa importa de Rusia, según dijeron diplomáticos de la UE a la agencia Reuters el martes.
Moscú ha recortado drásticamente las exportaciones de gas a Europa desde que invadió Ucrania en 2022, y una explosión submarina cerró el gasoducto Nord Stream desde el antiguo principal proveedor de gas ruso a Alemania.
La UE ha sustituido rápidamente el combustible ruso por energías renovables y más gas de otros proveedores. Pero el año pasado el bloque siguió obteniendo de Rusia el 15% de su gas.
Rusia envió más de 15,6 millones de toneladas métricas de gas natural licuado ruso a los puertos de la UE en 2023, según la empresa de análisis de datos Kpler, lo que supone un aumento del 37,7% respecto a 2021, el año anterior a la invasión rusa de Ucrania.
Un documento mostró que los ministros están dispuestos a discutir ese día los obstáculos por la eliminación gradual de las importaciones de energía rusa. Algunos miembros de la UE, como Austria y Hungría, siguen dependiendo en gran medida del gas ruso.
La medida de Berlín y Praga es una de las numerosas formas en que la UE ha intentado sortear el insuficiente apoyo entre sus naciones miembros para sancionar totalmente las importaciones de gas ruso, que Hungría ha dicho en repetidas ocasiones que bloquearía.
La UE ya ha prohibido las importaciones de carbón ruso y de petróleo crudo transportado por mar, con excepciones para algunos países sin litoral. Los países de la UE están debatiendo sanciones a los transbordos de GNL ruso en Europa, pero no se han planteado vetar directamente las importaciones.
El bloque también ha aprobado una opción legal para que los países de la UE bloqueen a las empresas rusas el uso de sus infraestructuras de importación de gas. Sin embargo, a España y otros países les preocupa que, si lo hacen solos, el GNL ruso fluya a otros puertos de la UE.