Parecía un ingeniero común de Google, pero Estados Unidos lo acusó de robar secretos comerciales para China
Linwei Ding enfrenta cargos por sustraer tecnología confidencial mientras colaboraba en secreto con empresas chinas, poniendo en riesgo la seguridad nacional
Trabajando desde 2019 en el desarrollo de software para los centros de supercomputación de Google, el ingeniero habría iniciado la subida de información confidencial a su cuenta personal de Google Cloud en mayo de 2022, para después ofrecer sus hallazgos y experiencia a entidades en China.
José Castañeda, vocero de la empresa, subrayó la importancia de la colaboración con el FBI para proteger la información de la empresa, destacando la implementación de estrictas salvaguardas contra el robo de información confidencial.
Dmitri Alperovitch, co-fundador de la empresa de ciberseguridad CrowdStrike, resaltó la prolongada historia de apropiación indebida de la propiedad intelectual estadounidense por parte de China, describiendo la situación como “el mayor traslado de riqueza en la historia”.
Business Insider señaló que, a lo largo de las décadas, este amplio esquema de espionaje corporativo no solo ha debilitado el crecimiento económico de Estados Unidos, sino que también ha diezmado industrias enteras, elevando la importancia de una respuesta coherente y robusta tanto del gobierno como del sector privado.
La embajada de China en Estados Unidos, a través de su portavoz Liu Pengyu, rechazó las acusaciones afirmando que “el gobierno chino nunca ha participado ni apoyado a nadie de ninguna forma en el robo de secretos comerciales”. Sin embargo, tal declaración contrasta con las preocupaciones expresadas por funcionarios estadounidenses y expertos en seguridad cibernética sobre la intensa y sistemática campaña de China para adquirir tecnologías y datos occidentales.
El caso de Ding destacó un tema cada vez más urgente: la necesidad de medidas de seguridad más estrictas contra las amenazas internas. Frank Figliuzzi, ex director asistente del FBI para contraespionaje concluyó al resaltar que “las empresas tienen que mejorar mucho en identificar cuáles son realmente las joyas de la corona en su compañía”.