Cantos y cargadas en el aeropuerto: el cruce de los jugadores de Boca y River que no se vi

Luego del Superclásico, los planteles se encontraron en la pista de aterrizaje y los de azul y oro entonaron cantitos que molestaron del otro lado.

Tato Aguilera

TyC

Luego de la victoria conseguida en Córdoba en el Superclásico, el plantel Boca regresó en avión a Ezeiza y allí hubo un encuentro con los futbolistas de River, que habían aterrizado minutos antes pese a salir más temprano. En el medio de la pista y alejados de las cámaras, los jugadores del Xeneize siguieron la celebración por quedarse con el pase a semis e hicieron del micro una fiesta. Todo mientras los de River veían la algarabía azul y oro a unos metros con bastante malestar.

La situación se dio a la tardecita del domingo en la pista del aeropuerto de Ezeiza cuando cada uno de los equipos subía a los micros que habitualmente trasladan a quienes desembarcan de las aeronaves hacia el hall de ingreso. Duró unos pocos minutos, hasta que terminó el trayecto, pero los futbolistas del equipo que dirige Diego Martínez aprovecharon para seguir la fiesta que empezó en el vestuario del estadio Mario Alberto Kempes y continuó en el vuelo de regreso.

Como un hincha más, los jugadores de Boca entonaron con efusividad dos temas clásicos: “El que no salta se fue a la B”, para recordar el descenso de River en 2011. Y también “esta es la barra de los bosteros, la que se c… al gallinero, se mueven para acá, se mueven para allá, esta es la barra más loca que hay”.

La celebración resultó tan vehemente que el micro se movió al ritmo de los saltos y desde la seguridad del plantel del Millonario, que tienen buena relación con sus pares de Boca, les mandaron un mensaje de camino al hall para que calmaran los ánimos de los hombres de azul y oro para que no hubiera inconvenientes, luego de un clásico que había contado con algunos cruces, principalmente entre Miguel Borja y Marcos Rojo.

Previamente a esta situación, no bien se consumó la victoria de Boca por 3-2 en el estadio Kempes, el presidente del Xeneize, Juan Román Riquelme, abandonó su lugar en el palco y bajó a la platea para cantar desaforado junto a los hinchas. La alegría del domingo fue toda azul y oro.