Ucrania necesita más misiles Nasams: así es el vital sistema antiaéreo con el que Kiev se defiende de los bombardeos de Rusia
Los ataques rusos con misiles y drones suicidas se han vuelto más eficaces dado la escasez de munición antiaérea que padecen las Fuerzas Armadas ucranianas. Zelenski ha reclamado a sus aliados más armamento para defenderse
El Estado Mayor de la Defensa de España, que posee el sistema, ha informado que instructores del Toledo Training Coordination Center (TTCC), perteneciente al Ejército de Tierra, han adiestrado por primera vez a militares ucranianos en su mantenimiento, formación que se enmarca dentro del primer módulo de este tipo que imparte en el TTCC. Según han detallado desde el Ministerio de Defensa, los responsables de impartir este curso, que tiene lugar en las instalaciones del Acuartelamiento ‘Tentegorra’ en Cartagena (Murcia) y se extenderá por un mes, son los militares del Regimiento de Artillería Antiaérea Nº 73 pertenecientes al Mando de Artillería Antiaérea.
Un sistema de diseño noruego
Esta batería antiaérea, efectiva contra aeronaves, misiles y drones, ha sido desarrollada de forma conjunta por la empresa noruega Kongsberg, la misma que fabrica los misiles que equiparán a las futuras fragatas F-110 de la Armada, y la firma estadounidense Raytheon. No por nada Noruega se convirtió en el primer cliente de esta batería -hoy ya son 13- a comienzos de la década de los ‘90 del siglo pasado. Asimismo, el gobierno noruego anunció, en febrero, que destinará 122 millones de euros para la compra de otros diez Nasams, los cuales planea enviar a Ucrania para que se sumen a los cuatro suministrados previamente. Otros países que han cedido este sistema antiaéreo son Estados Unidos, Lituania y Canadá.
El Nasams en España
En septiembre del año pasado, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó la modernización de los sistemas Nasams por considerarlos esenciales para la defensa antiaérea del país. Los Nasams que emplean las Fuerzas Armadas españolas fueron adquiridos en 2003 y, según han detallado desde el Ministerio, en 2013 comenzaron a acusar problemas en determinados componentes. El gasto de 673,4 millones de euros se ha justificado también en el hecho de que España es el único país entre los que emplean estos misiles que aún no ha emprendido su actualización.
De acuerdo a los planes de la Dirección General de Armamento y Material, el proyecto no implica la compra de nuevas baterías para el Ejército de Tierra, sino la puesta a punto de las cuatro que ya dispone, según publicó el medio especializado Infodefensa. En cambio, sí se baraja adquirir una unidad para equipar con ella al Ejército del Aire y del Espacio, para reemplazar al sistema Spada 2000, entregado a Ucrania en 2022. España tiene desplegadas una batería Nasams, bajo bandera de la OTAN, en Letonia y se prevé que este 2024 se envíe una también a Estonia.