Rusia no ve posibilidades de negociar con Ucrania o de que se celebre una cumbre de la paz en Suiza
Moscú ha declarado en repetidas ocasiones que está abierto a las conversaciones, pero que éstas deben reconocer las “nuevas realidades sobre el terreno”. Kiev, por su parte, exige el restablecimiento de su integridad territorial y la retirada total de las fuerzas rusas
“Es muy improbable cualquier acuerdo serio con el actual régimen de Kiev y sus patrocinadores en Occidente”, señaló en una rueda de prensa con miembros de la Asociación de Corresponsales ante la ONU en esta ciudad.
Sostuvo que el presidente ucraniano, Volódomir Zelensky, “se ha autoimpuesto la prohibición” de entablar conversaciones con cualquier instancia oficial rusa y criticó la llamada “fórmula de paz” del mandatario, que consideró “un conjunto de ultimátums”.
Sobre los planes públicos del Gobierno suizo de organizar un cumbre dedicada a la paz en Ucrania, el embajador ruso dijo que, por principio, su país no está en contra de negociar, “pero no tenemos con quién hablar porque Zelensky se lo ha prohibido a sí mismo”.
Además, dijo que en el supuesto de un encuentro con la participación de rusos y ucranianos, éste no podría realizarse en Suiza, puesto que Rusia ya no lo reconoce como un país neutral desde su decisión de aplicar al pie de la letra todas las sanciones de la Unión Europea -de la que no forma parte- contra Rusia.
Agregó que de todos modos no se observan movimientos que apunten a la organización de esa cumbre, que no podría celebrarse seriamente sin la participación de Rusia, apuntó.
Uno de los objetivos declarados de Suiza es crear una plataforma para hacer realidad los planes de reconstrucción de Ucrania, una cuestión sobre la cual ya organizó a mediados de 2022 una conferencia internacional.
Por otra parte, Gatilov criticó duramente la idea de Suiza y de otros países europeos de eventualmente utilizar los beneficios que están dejando los fondos rusos congelados en establecimientos financieros para cubrir los costes de la asistencia a Ucrania.
“Ese es dinero robado”, sostuvo, tras mencionar que Suiza tiene bloqueados 7.000 millones de dólares de origen ruso.
Preguntado sobre el atentado terrorista de la semana pasada en una sala de conciertos en las afueras de Moscú, que causó 139 muertos, el responsable diplomático dijo que hay muchas preguntas aún sin respuesta en torno a este ataque, como la razón que tendría el Estado Islámico para atacar Rusia cuando Oriente Medio está en medio de un conflicto que tiene su centro en Gaza.
También consideró extraño que los extremistas hayan realizado un atentado en medio del Ramadán, el mes santo para los musulmanes, y que queda igualmente por entender “quién se ha beneficiado con esto”.
El Gobierno ruso ha acusado hoy directamente a Ucrania y a sus aliados occidentales de estar detrás del atentado. Sin embargo, las acusaciones carecen de fundamento y son vistas como una excusa de Putin para prolongar y profundizar el conflicto en el país europeo.
El pasado 14 de febrero, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó en la Duma (cámara baja del Parlamento ruso) que Rusia está abierta para negociaciones sobre Ucrania, siempre y cuando el mundo acepte sus ganancias territoriales en los dos años de guerra.
“Seguimos abiertos a una solución política y diplomática basada en el respeto de nuestros intereses legítimos, basada en la consideración de las realidades que se ha creado durante muchos años y que han conducido a la situación actual”, dijo al rendir cuentas sobre su gestión.
Lavrov agregó que “los que declararon la guerra” a Rusia por ahora no parecen estar dispuestos a considerar sus intereses, ni tampoco “la realidad sobre el terreno”.