Los ataques terroristas financiados por Irán en el Mar Rojo amenazan cables de internet global claves
Las agresiones marítimas complican las reparaciones de los tendidos submarinos que llevan el tráfico web mundial. Los rebeldes que opera en Yemen llevan 5 meses atacando buques comerciales para mostrar apoyo al grupo extremista Hamas en la guerra contra Israel
Estos ataques han incrementado el peligro en la zona, afectando directamente a tres cables de internet submarinos el 24 de febrero, los cuales experimentaron cortes de servicio en algunos de sus mercados. Aunque ningún país quedó desconectado completamente, se registró un empeoramiento instantáneo en la calidad del servicio de internet en India, Pakistán y partes de África Oriental.
Este conflicto en el Medio Oriente no solo destaca los riesgos físicos para la infraestructura de telecomunicaciones, dada la intensa circulación de barcos que aumenta la probabilidad de que un ancla caiga accidentalmente sobre un cable, sino también las complejidades políticas involucradas en su reparación y mantenimiento. La inestabilidad generada por los terroristas hutíes respaldados por Irán en Yemen ha añadido una capa adicional de desafío, tal como se sospecha con el incidente del barco Rubymar, atacado por los hutíes y que luego quedó a la deriva, potencialmente dañando infraestructura submarina crítica.
La guerra civil en Yemen, que dura casi una década, y la división del país en territorios controlados por los rebeldes hutíes y el gobierno reconocido internacionalmente añade más obstáculos, obligando a las compañías a navegar en un entorno regulatorio y político complicado. Este panorama plantea preguntas sobre los futuros esfuerzos para expandir la internet, con proyectos respaldados por gigantes tecnológicos como el sistema Blue Raman de Google y el cable 2Africa de Facebook atravesando la región.
Los incidentes recientes subrayan la importancia de tener rutas alternativas para el tráfico de datos intercontinentales, evitando puntos de congestión como el Mar Rojo, especialmente en tiempos de conflicto. La protección de estas infraestructuras submarinas críticas es vital no solo para el mantenimiento de la conectividad global sino también para la seguridad y el desarrollo económico de las regiones afectadas.
Varias empresas de internet han considerado formas de diversificar sus conexiones entre Europa, África y Asia. Las rutas a través de Arabia Saudita, por ejemplo, podrían evitar completamente las aguas alrededor de Yemen.