La foto de la NASA que impresiona: así se ve la tierra a 6.000 kilómetros
La famosa “Pale Blue Dot”, de la cual se hizo eco Carl Sagan, cumple 34 años.
La iniciativa de girar la cámara de la sonda y capturar esta imagen histórica, más tarde, fue el punto clave de la obra del astrónomo y divulgador científico Carl Sagan, “Pale Blue Dot: Una visión del futuro humano en el espacio”.
Voyager capturó a Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter, la Tierra y Venus. Algunos no pudieron ser fotografiados: Marte estaba oscurecido por la luz solar dispersa que rebotaba en la cámara, Mercurio estaba demasiado cerca del Sol y el planeta enano Plutón era demasiado pequeño, demasiado lejano y demasiado oscuro para ser detectado.
La imagen revela la Tierra como un diminuto punto azul, apenas visible en medio de la inmensidad del espacio profundo. Las bandas de luz que se aprecian son un artefacto fotográfico, pero la importancia de esta fotografía trasciende lo técnico para ofrecer una profunda reflexión sobre nuestro lugar en el universo.
Voyager 1 sigue siendo única
La fotografía de la “Pale Blue Dot” nos enseña con nuestra propia insignificancia en el universo y nos invita a reflexionar sobre la fragilidad y la singularidad de nuestro planeta en el cosmos. En ellas, Sagan nos recuerda que cada ser humano que ha existido, cada momento de alegría y dolor, cada logro y fracaso de nuestra historia, ha tenido lugar en este pequeño punto suspendido en un rayo de sol.
Voyager 1 sigue siendo la primera y única nave espacial que ha intentado (y conseguido) fotografiar nuestro sistema solar. Esta nave estaba tan lejos de la Tierra que se necesitaron varias pasadas de comunicación con la Red de Espacio Profundo de la NASA, durante un par de meses, para transmitir todos los datos. Los últimos datos de imagen fueron descargados en la Tierra el 1 de mayo de 1990.