La amenaza ISIS-K en Rusia: desde una bomba en un avión hasta un ataque frustrado a una sinagoga
Estado Islámico, el grupo militante que alguna vez buscó el control de zonas de Irak y Siria, se atribuyó la responsabilidad del ataque. Su historial en suelo ruso, y el peligro de su rama afgana
En una publicación en Telegram, Estado Islámico dijo que sus combatientes atacaron en las afueras de Moscú “matando e hiriendo a cientos y causando una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”.
Estados Unidos recopiló información de inteligencia en marzo de que Estado Islámico-Khorasan, conocido como ISIS-K, la rama del grupo con sede en Afganistán, había estado planeando un ataque contra Moscú, según funcionarios que hablaron con The New York Times. Los miembros de ISIS han estado activos en Rusia, aseguró al medio un funcionario estadounidense.
“ISIS-K ha estado obsesionado con Rusia durante los últimos dos años”, criticando con frecuencia al presidente Vladimir Putin en su propaganda, dijo al NYT Colin P. Clarke, analista antiterrorista. “ISIS-K acusa al Kremlin de tener sangre musulmana en sus manos, en referencia a las intervenciones de Moscú en Afganistán, Chechenia y Siria”.
Estados Unidos había advertido que un atentado de estas características era inminente.
Las embajadas de Estados Unidos y del Reino Unido en Rusia lanzaron el 8 de marzo un aviso urgente sobre la posibilidad de un ataque terrorista en Moscú. Este anuncio instaba a los ciudadanos estadounidenses a mantenerse alejados de concentraciones masivas dentro de las siguientes “24 a 48 horas”.
En una actualización de seguridad, se mencionaba que se habían recibido informaciones sobre planes de ataques extremistas, posiblemente dirigidos a eventos concurridos en la capital rusa, como conciertos.
El primer ataque a Rusia atribuido a ISIS ocurrió en 2015. El vuelo 9268 de Metrojet, operado por la aerolínea rusa Kogalymavia, sufrió una desintegración el 31 de octubre de 2015, a las 06:13 hora local EST, sobre el norte del Sinaí, poco después de despegar del aeropuerto internacional de Sharm El Sheikh, en Egipto. En el trágico evento, murieron los 217 pasajeros y los siete miembros de la tripulación a bordo. En aquella ocasión, la rama Sinaí del Estado Islámico asumió la responsabilidad del incidente. Habían puesto una bomba.
En septiembre de ese año, Rusia había comenzado a lanzar ataques aéreos en Siria, afirmando que coordinaba con el régimen de Bashar al-Assad para atacar a ISIS y otros grupos terroristas.
En 2021, Putin dijo que cientos de combatientes leales al grupo militante Estado Islámico se concentraban en el norte de Afganistán con planes de trasladarse entre países ex soviéticos de Asia Central disfrazados de refugiados. Ya había advertido sobre la amenaza de combatientes veteranos de Irak y Siria con vínculos con el Estado Islámico que cruzan hacia Afganistán.
El Estado Islámico de Khorasan, también conocido como IS-K o ISIS-K, es una rama autoproclamada del grupo terrorista que surgió por primera vez en Siria e Irak.
Según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), si bien los afiliados comparten una ideología y tácticas, la profundidad de su relación con respecto al Estado Islámico y su mando nunca se ha establecido por completo.
El nombre del grupo proviene de su terminología para el área que incluye Afganistán y Pakistán: “Khorasan”.
“Seguimos atentos a la amenaza que plantea el llamado ISIS-Khorasan o ISIS-K, que emana de Afganistán. Los talibanes han logrado avances en la lucha contra ISIS-K, pero han tenido dificultades para desmantelar las células urbanas clandestinas de ISIS-K y prevenir ataques contra objetivos fáciles”, observó el jueves Ian J. McCary, enviado especial adjunto de la Coalición Global para Derrotar a ISIS de la Oficina de Contraterrorismo de EEUU. “La Coalición está decidida a lograr que Afganistán nunca más se convierta en un refugio seguro para los terroristas. Estamos abordando la amenaza aumentando el enfoque, la coordinación y la colaboración en ISIS-K con los miembros de nuestra Coalición, y aumentando la cooperación con socios regionales en Asia Meridional y Central”.
A principios de este mes, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) dijo que evitó un ataque a una sinagoga en Moscú planeado por una célula del Estado Islámico, informaron agencias de noticias estatales rusas.
El FSB afirmó que los miembros de la organización planeaban “cometer un acto terrorista contra una de las instituciones religiosas judías en Moscú”, según citó la agencia de noticias RIA.
Los atacantes abrieron fuego durante el intento de arresto y fueron “neutralizados por el fuego de respuesta”, dijo el FSB.