Israel elevó a 600 los terroristas detenidos en el hospital Al Shifa de Gaza
El portavoz del Ejército aseguró que hasta el momento fueron identificados 250 de los detenidos como miembros de Hamas y la Yihad Islámica y que se investiga la vinculación con estos grupos de los otros 350 arrestados
“Estamos hablando de muchos agentes de la Yihad Islámica, incluidos comandantes de batallones, y agentes de Hamas y funcionarios políticos”, explicó Hagari en un vídeo grabado en la entrada del hospital.
Dos días después de que el Ejército israelí asaltara la madrugada del lunes por cuarta vez el centro hospitalario más grande de la Franja de Gaza, los soldados israelíes siguen ocupando el complejo médico, que aseguran que Hamas utiliza para fines terroristas.
Durante la mañana de este miércoles, Israel también aseguró haber matado aproximadamente a 90 supuestos milicianos y de haber transferido a “160 sospechosos a territorio israelí para ser interrogados más a fondo”.
Israel insistió en todas sus operaciones militares dentro del Shifa está evitando daños a “civiles, pacientes y equipos médicos”.
Sin embargo, la agencia oficial palestina Wafa indicó que algunos de los pacientes tuvieron que abandonar el complejo y desplazarse al Hospital Bautista, pese a su difícil estado de salud.
El hospital Shifa había vuelto a funcionar de manera parcial el pasado 2 de marzo para atender a los heridos de ciudad de Gaza, pese a las dificultades y pocos suministros médicos, agua y alimentos de los que dispone, tal y como apuntó el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom.
En más de cinco meses de guerra, los muertos en la Franja se acercan a los 32.000, el 72% de ellos mujeres y niños.
Las FDI también confirmaron nuevos ataques el martes en el centro de Gaza, en el norte en Jabalia, donde las tropas dirigieron un avión “para atacar y eliminar” a seis terroristas, según un comunicado.
Mientras que en el área meridional de Khan Younis, al menos dos milicianos fueron eliminados y un tercero atacado desde el aire, al comprobar que cargaba armas.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, confirmó este martes que, a pesar de los pedidos de la comunidad internacional -especialmente de Estados Unidos-, ordenará al Ejército lanzar una ofensiva sobre Rafah, al sur de Gaza. Según él, allí hay todavía cuatro bastiones de Hamas que, de no ser erradicados, “se reorganizarán y retomarán la Franja y, por supuesto, supondrán una nueva amenaza para Israel”.
Esta postura contradice la del presidente estadounidense, Joe Biden, quien manifestó desde un primer momento su oposición a esta maniobra militar y lleva semanas persuadiendo a su aliado para que abandone la idea.
A raíz de su preocupación por la delicada situación humanitaria en el enclave palestino y los altos riesgos que aún existen allí, Biden pidió a su par que envíe una delegación “militar, de Inteligencia y de expertos en asuntos humanitarios” a Washington para poder debatir a detalle sus planes en la Franja.
En las últimas horas, Netanyahu confirmó que hará lugar al pedido y permitirá a Washington presentar “sus ideas”. “Acordamos la forma en que podrían presentarnos sus ideas, especialmente en relación al aspecto humanitario ya que, por supuesto, compartimos el deseo de permitir la salida ordenada de la población y de asistir a la población civil”, comentó el funcionario y detalló que la comitiva estará formada por el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer; el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi; y un representante del COGAT, el brazo del Ministerio de Defensa que se ocupa de los asuntos civiles en Cisjordania y Gaza.
Remarcó, sin embargo, que en su conversación previa, tras más de un mes sin hablar, “le dejé en claro al Presidente que estamos decididos a completar la eliminación de esos batallones en Rafah y no hay otra manera de hacerlo que no sea por vía terrestre”.