Renunció la presidenta de Hungría, Katalin Novak, tras otorgar un polémico indulto en un caso de abuso infantil
Anunció su dimisión luego de una semana de controversias en todo el país. Es muy cercana al primer ministro ultranacionalista Viktor Orbán
La jefa de Estado, una ex ministra de Asuntos de la Familia, reconoció haber “cometido un error” al indultar a un director adjunto de un hogar infantil, cuyo director abusó durante años de varios menores.
Poco después del anuncio de Novak, la ex ministra de Justicia Judit Varga, que había firmado el año pasado el polémico indulto, anunció que se retira de la política.
“Asumo la responsabilidad política por haber firmado el indulto. Me retiro de la vida pública”, anunció la antigua responsable de Justicia, también muy cercana a Orbán.
Agregó que también abandonará el Parlamento húngaro y que no liderará la lista del gobernante partido Fidesz en las elecciones europeas de junio próximo, como estaba previsto.
El polémico indulto, concedido en abril de 2023 con motivo de la visita del papa Francisco a Budapest, fue descubierto por la prensa la semana pasada.
Desde entonces organizaciones y partidos políticos opositores pidieron la dimisión de la presidenta al considerar ese indulto como “inaceptable”.
En respuesta a la controversia, Orbán propuso esta semana una enmienda constitucional que prohibiría en el futuro los indultos a condenados por crímenes contra niños, lo que muchos ya interpretaron como una crítica indirecta a la decisión de Novak y Varga.
El viernes por la tarde miles de húngaros se congregaron delante de la sede de la presidencia en el Castillo de Buda, pidiendo la dimisión de Novak, al considerar que ya no es digna de ocupar el cargo.
El cargo presidencial en Hungría tiene atributos sobre todo representativos, aunque incluye también firmar los indultos de presos a propuesta del Gobierno.