Los humedales de Latinoamérica están en peligro
Se trata de ecosistemas esenciales para la vida en el planeta. Desde los años 60, América Latina y el Caribe han experimentado una pérdida y degradación de estas superficies del 59%, en comparación con la media mundial del 35%. Cuál es el riesgo
Los humedales son ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida vegetal y animal. Son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo.
Además, cumplen un rol fundamental en la lucha contra el cambio climático, ya que capturan dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y almacenan más carbono que cualquier otro ecosistema de la Tierra.
De allí que el dato de su degradación, en el marco del Día Mundial de los Humedales, sea un llamado de atención.
En este contexto, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (Aladyr) hizo un llamado sobre la relación de las comunidades y centros urbanos de la región con estas superficies que brindan invaluables servicios ambientales como la captación de gases de efecto invernadero y el hábitat de gran parte de las especies que habitan el planeta.
América Latina, entre la degradación y protección de los humedales
En este punto, desde Aladyr destacaron que problemas urbanos como el hundimiento de terreno y la escasez de agua que padece Ciudad de México, por ejemplo, ubican su inicio en una concepción que no puso en valor a los humedales locales.
En un comunicado, el organismo resaltó que en tanto, la Ciudad de Buenos Aires “conjuga buenas y malas prácticas respecto a estas superficies porque ha visto cómo la urbanización intensiva de áreas como el Riachuelo ha exacerbado la contaminación y problemas de salubridad, pero ostenta a la Reserva Ecológica Costanera Sur que es uno de los humedales urbanos más grandes del mundo y que se usa como área de esparcimiento y contacto con la naturaleza”.
“Pero quizás el ejemplo latinoamericano más destacable sobre la integración de estas superficies anegables al paisaje de una metrópolis se encuentra en la capital colombiana. El mayor sistema de humedales urbanos de Latinoamérica se encuentra en Bogotá con una extensión de 667 hectáreas divididas en once partes -resaltaron-. Se trata del primer humedal urbano de Latinoamérica en ser declarado sitio Ramsar, lo que favorece su protección y conservación”.
Otros importantes humedales urbanos como la Desembocadura Río Aconcagua en Concón, Chile; los Pantanos de Villa en Lima, Perú; y el Parque Estadual do Manguezal do Itacorubi en Florianópolis, Brasil, cuentan con denominaciones específicas como reservas naturales, áreas naturales protegidas o parques nacionales que les otorgan cierto manto de protección, pero hasta ahora no hay ninguno que esté exento de los riesgos que suponen la ocupación ilegal de terrenos, actividades turísticas no reguladas, la presencia de residuos o la explotación indiscriminada.
Una iniciativa de restauración de ríos y humedales
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua celebrada en Nueva York, en 2023, se puso en marcha la mayor iniciativa de restauración de ríos y humedales de la historia.
Una coalición de países -encabezado por los gobiernos de Colombia, la República Democrática del Congo, Ecuador, Gabón, México y Zambia- acordaron el Desafío del Agua Dulce, la mayor iniciativa jamás realizada para restaurar ríos, lagos y humedales degradados, ecosistemas que son fundamentales para hacer frente al empeoramiento de las crisis mundiales del agua, el cambio climático y la naturaleza.
La iniciativa tiene por objetivo restaurar 300.000 kilómetros de ríos (el equivalente a más de siete veces la superficie de la Tierra) y 350 millones de hectáreas de humedales (una superficie mayor que la de la India) de aquí a 2030.
Según previsiones del organismo internacional, 2.300 millones de personas, o alrededor de una cuarta parte de la población mundial, viven en países con estrés hídrico. Y sin intervenciones tendientes a mejorar la situación, estimaron que en 2050 “es probable que una cantidad cinco veces mayor de tierras se enfrenten a una sequía extrema”, al tiempo que alertaron: “Es probable que 5.700 millones de personas vivan en zonas con escasez de agua, y se prevé que el número de personas expuestas al riesgo de inundaciones aumentará a unos 1.600 millones”.