La quiebra de locales de sushi en Japón muestra el impacto de la inflación
Enero marca un récord de cierres desde la pandemia, con cinco restaurantes de sushi declarándose en quiebra debido a factores económicos adversos
Las quiebras de restaurantes de sushi japoneses este año pueden superar los 30 casos marcados en 2020, ya que los más pequeños encuentran un desafío para operar en un momento en que la inflación está haciendo que los costos de alimentos y servicios públicos suban. La necesidad de devolver los préstamos de la época de la pandemia se suma a su carga, señaló Tokyo Shoko Research en un informe.
Tras sufrir durante décadas la caída de los precios en una economía deflacionista, Japón también se ha visto afectado por el repunte mundial de la inflación en los dos últimos años. El aumento de los precios de importación y la debilidad del yen han elevado el coste de la vida de los hogares japoneses, poco acostumbrados a la inflación.
La inflación de los alimentos alcanzó máximos de varias décadas el año pasado, con el precio del pescado aumentando un 14,8% respecto al año anterior en mayo, según datos publicados por la Oficina de Estadística de Japón.
Las quiebras empresariales han aumentado en Japón, pero el sector servicios, incluidos los restaurantes, ha sido el más afectado, con el mayor número de quiebras. El año pasado quebraron 45 restaurantes de ramen, casi el doble que el año anterior, según Tokyo Shoko Research.
El sushi y su historia se remontan al siglo IV A.C. en el sudeste asiático, con una técnica denominada “narezushi”, cuyo fin era conservar el pescado en arroz fermentado. Esta práctica se extendió hacia China y, eventualmente, Japón, donde evolucionó hacia el sushi que conocemos hoy.
Durante el periodo Edo (1603-1868), surgió en Tokio (antiguamente Edo) una versión temprana del sushi moderno: el “nigirizushi”. Esta innovación, que consistía en pescado fresco sobre arroz aderezado con vinagre, marcó el inicio del sushi como un plato de rápido consumo, similar a la comida rápida de la época.
El sushi no solo representa un pilar de la gastronomía japonesa, sino que también refleja aspectos importantes de la cultura y sociedad del país. En Japón, el arte de preparar sushi es venerado y se considera una profesión que requiere años, incluso décadas, de aprendizaje y perfeccionamiento.