Estados Unidos dijo que las exigencias de Hamas imposibilitan lograr un acuerdo para un alto el fuego
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado norteamericano, sostuvo que “el estatus de Al-Aqsa no se va a resolver en una negociación sobre rehenes”
Esa fue una de las tantas exigencias que el grupo terrorista palestino formuló en la respuesta que emitió a principios de mes a una propuesta de acuerdo sobre los rehenes elaborada por Qatar, Egipto y Estados Unidos, los principales mediadores en el conflicto.
El presidente Joe Biden sostuvo días atrás que algunas de las exigencias de Hamas eran “exageradas”, pero no profundizó en el contenido de la respuesta del grupo terrorista. De este modo, Miller es el primer funcionario norteamericano que especifica la postura de Washington ante la respuesta de Hamas.
“Por ejemplo, el estatus de Al-Aqsa no se va a resolver en una negociación sobre rehenes”, agregó el portavoz norteamericano durante la rueda de prensa.
Asimismo, afirmó que el gobierno de Israel tomó las medidas necesarias para garantizar la entrega de la ayuda a través del paso fronterizo de Kerem Shalom, declarando los alrededores zona militar cerrada: “Dialogamos con el gobierno israelí y hemos dejado claro que la posición de Estados Unidos es que el paso debe permanecer abierto y que deben tomarse todas las medidas posibles para garantizar que siga abierto”.
Pese a las “exageradas” exigencias de Hamas, el portavoz del Departamento de Estado afirmó que Estados Unidos todavía ve posible un acuerdo para la liberación de los rehenes secuestrados en Gaza.
“Seguimos creyendo que es posible llegar a un acuerdo. Seguimos creyendo que es de interés para la seguridad nacional de Estados Unidos, de Israel y, por supuesto, para el pueblo palestino”, afirmó.
Además, prometió que la administración Biden seguirá trabajando para “cerrar un pacto que no solo garantice la liberación de los rehenes sino que permita una pausa (en los combates) que facilite la entrega de ayuda humanitaria y alivie el sufrimiento en Gaza”.
Mientras tanto, desde Israel, la Oficina del primer ministro, Benjamin Netanyahu, informó que solo un cambio en las exigencias de Hamas en relación a una posible tregua en Gaza “permitirá que las negociaciones avancen”.
“Israel no recibió en El Cairo ninguna propuesta nueva de Hamas sobre la liberación de nuestros rehenes”, declaró el Ejecutivo israelí. Y agregó: “El primer ministro Benjamín Netanyahu insiste en que Israel no cederá a las delirantes exigencias de Hamás”.
El martes, el director de la CIA, William Burns, y el director del servicio de espionaje israelí Mossad, David Barnea, asistieron a las conversaciones en la capital egipcia, pero no hubo señales de un avance. Las negociaciones continuaron el miércoles en un nivel más bajo, mientras seguía la violencia en la Franja de Gaza y en la frontera israelí con Líbano, donde los combates se han intensificado desde que comenzó la guerra.
Según la prensa israelí, Netanyahu ordenó a su delegación no regresar a las negociaciones a menos que Hamas ceda en sus reclamos.
Hay una amplia brecha entre las condiciones presentadas por las partes. Netanyahu dijo que la guerra continuará hasta lograr la “victoria total” sobre Hamas y el regreso de todos los rehenes.
El grupo terrorista, en tanto, sostuvo que no liberará a los cautivos hasta que Israel ponga fin a la escalada militar, se retire de Gaza y libere a un gran número de presos palestinos. De hecho, uno de los principales escollos en las negociaciones sigue siendo el número de prisioneros que Hamas pide que Israel libere de sus cárceles, en principio más de 1.000, a cambio de los 134 rehenes, al menos una treintena de ellos muertos.
Representantes de los familiares de los secuestrados anunciaron protestas este jueves frente al Ministerio de Defensa en Tel Aviv, al considerar la falta de cooperación israelí como una “sentencia de muerte” para sus seres queridos, según denunciaron hoy en un comunicado.