NBA | LAKERS 113 - GRIZZLIES 127 / Cada derrota de los Lakers llega con un toque de atención
Los Grizzlies también dan cuenta de los Lakers. Los de Los Ángeles están en medio de una crisis sostenida desde que ganaron la Copa.
El partido se resolvió con un 113-127 a favor de los visitantes. 4ª seguida y con errores que se van repitiendo. Dos días antes, frente a los Heat, se habían ahogado en una rotación que se les ha quedado pequeña y habían quebrado en el último cuarto; bien, pues en el siguiente partido eso no se ha corregido para que no ocurra de nuevo.
Los Grizzlies sólo tuvieron que aprovechar. Lo que les dejaron es a lo que se amoldaron. Por eso vencieron a los Lakers estando aún a mucha distancia en la tabla de la Conferencia Oeste, porque están sabiendo adaptarse a su realidad.
El equipo californiano está lejos de saber dónde está y qué tiene que hacer para mejorar su posición. “Ahora mismo apestamos”, dijo LeBron James al terminar. Es una pequeña advertencia. Una mayor había llegado horas antes del encuentro. Alguien, desde dentro, había filtrado al periodista Shams Charania que estaba creciendo la desconexión entre los jugadores y el entrenador por culpa de sus ajustes con la alineación, que no gustan. Ham apuntó a que se encuentra “fuerte” y “alineado” con sus jefes, comparando los rumores con la mafia (”Esto me recuerda a cuando veía el programa ‘60 Minutos’ en los 80 con mi padre. En un episodio estaban hablando de La Cosa Nostra, la mafia. Cuando esa gente iba a juicio llevaban a sus testigos estrella con un saco de patatas negro en la cabeza y gafas de sol por miedo. Y el nombre no podía ser revelado. Ése parece ser el estándar de la prensa en la NBA estos días. No todos lo hacen, no quiero faltar al respeto a nadie, pero cuando dices que tu fuente es anónima pero quiere darte la información y luego lanzas la información y todos tienen la oportunidad de analizarla y difundirla a su manera, yo lo veo un poco falso”), para extender sus pensamientos después de la derrota ante los Grizzlies: “Estoy harto de que la gente viva o muera con cada partido que jugamos. Es ridículo. Esto es una maratón”. La presión sube hasta puntos insospechados.
Desde que ganaron la Copa el bajón no tiene final. Ahora, con ausencias como las de Russell o Hachimura que sí tienen impacto negativo, el trabajo de Darvin Ham tiene un valor doble porque la rotación es corta. Pero no sale, no sale.
Como contábamos... Por una parte, se repiten errores propios: el último cuarto llegó y a los Lakers le pusieron el cascabel, ya que el parcial ahí fue de 19-33. Por otra parte, los rivales saben aprovechar las fracturas de los californianos: los Grizzlies encestaron 23 triples, récord para ellos y de un rival de los Lakers en lo que va de temporada, en 45 intentos, anotando más de la mitad. ¡Y no se ven los cambios! En el numérico se está manteniendo también la tendencia de exprimir a LeBron James (32) y Anthony Davis (31), lo cual se iba a evitar este año, y les está ayudando bien Reaves (19+12) como tercero en discordia -entre los tres, 32/60 esta noche- y, sorpresa, tampoco vale con eso.
Excusas que se amontonan y una bajada de rendimiento a la que no se ve fin. Es un cóctel amargo para una franquicia como Lakers, en la que no hay día de respiro cuando todo va mal. Si no se tapa la hemorragia, habrá cambios.
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