La Copa de Asia vuelve a poner a Qatar en el mapa del fútbol

Qatar, AFP 
Poco más de un año después de que Lionel Messi levantara el trofeo del Mundial-2022, Qatar vuelve a acoger un gran torneo internacional de fútbol, esta vez la Copa de Asia (12 enero-10 febrero).
Los cataríes, eliminados en la primera fase de 'su' Mundial, son además de los anfitriones de esta Copa de Asia los defensores del título continental conquistado en 2019 en Emiratos Árabes Unidos.


Pese a esa doble condición, el estatus de favorito parece recaer en países como Japón, Corea del Sur, Arabia Saudita o Australia.



. Una sede inesperada


Esta Copa de Asia no debía tener a Qatar inicialmente como su casa. Estaba previsto que se hubiera disputado el año pasado en China, pero las restricciones por el covid-19, entonces en vigor, forzaron en el año 2022 al anuncio de su reubicación. Se optó por la solución más segura, la de un Catar con la experiencia de ser sede del más grande de los torneos de fútbol, la Copa del Mundo de la FIFA.


Para esta 18ª edición del campeonato asiático, Qatar contará con la mayor parte de los estadios que ya acogieron los partidos del Mundial, con la ausencia notable del Estadio 974, un recinto desmantelado desde entonces y que había sido concebido como una instalación temporal para aquella cita de 2022.



La final, eso sí, tendrá como escenario el majestuoso estadio de Lusail, el que sirvió para la final del Mundial.


Futbolísticamente, la selección de Qatar llegará con muchas dudas. El pasado mes despidió al portugués Carlos Queiroz y nombró a un nuevo entrenador, el español 'Tintín' Márquez (61 años), que dirige también a un club del emirato (Al Wakrah) y que apenas tuvo tiempo para asumir sus nuevos funciones.



"Conozco a los jugadores, sé cuál es mi mentalidad y tengo clara la idea de juego", afirmó Márquez, cuyo equipo abrirá la competición el viernes ante Líbano en Lusail.

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