Kim Jong-un supervisó el ensayo de un misil de crucero lanzado desde un submarino
Los dos proyectiles Pulhwasal-3-31 “volaron en el cielo sobre el Mar del Este... para alcanzar el objetivo de la isla” el domingo, informó la agencia de noticias estatal KCNA
El Pulhwasal-3-31 es una nueva generación de misil de crucero estratégico que Pyongyang dijo que había probado por primera vez el miércoles, disparando múltiples misiles hacia el Mar Amarillo.
La prueba del submarino del domingo “no tuvo ningún impacto en la seguridad de un país vecino y no tiene nada que ver con la situación regional”, continúa el informe, añadiendo que Kim había “expresado una gran satisfacción” con el lanzamiento.
El ejército de Corea del Sur dijo el domingo que había detectado misiles de crucero disparados cerca de las aguas alrededor del área de Sinpo en el Norte.
Pyongyang ha acelerado las pruebas de armas en el nuevo año, incluidas pruebas de lo que llamó un “sistema de armas nucleares submarinas” y un misil balístico hipersónico de combustible sólido.
A diferencia de sus homólogos balísticos, las pruebas de misiles de crucero no están prohibidas según las actuales sanciones de la ONU contra Pyongyang.
Los misiles de crucero tienden a ser propulsados por chorros y vuelan a menor altitud que los misiles balísticos más sofisticados, lo que los hace más difíciles de detectar e interceptar.
En el transcurso de este mes, el Norte ha intensificado sus pruebas de armas, incluyendo lo que denominó un “sistema de armas nucleares subacuáticas” y un misil balístico hipersónico con combustible sólido.
Tras las continuas amenazas norcoreanas, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón intensificaron sus ejercicios militares conjuntos, que Kim Jong-un describe como ensayos para una invasión, y mejoraron sus estrategias de disuasión basadas en activos estadounidenses con capacidad nuclear.
El régimen norcoreano sostiene que sus armas son capaces de portar cabezas nucleares y tienen un alcance de hasta 2,000 kilómetros, lo que incluiría bases militares estadounidenses en Japón.
La situación en la península de Corea se agravó en los últimos meses, con ambos bandos renunciando a un acuerdo clave de contención de las tensiones, aumentando su seguridad fronteriza y realizando simulacros con fuego real junto a la frontera.
Kim Jong-un declaró recientemente al Sur como su “principal enemigo” y disolvió las agencias gubernamentales dedicadas a promover la cooperación y la reunificación de la península.
También amenazó con una guerra si Seúl violaba “incluso 0,001 milímetros” de su territorio.
Kim afirmó también que su país no reconocerá la frontera marítima de facto con el Sur y pidió cambios constitucionales que permitan al Norte “ocupar” Corea del Sur en una guerra, según la agencia KCNA.
En Seúl, el presidente Yoon Suk Yeol dijo a su gabinete que en caso de una provocación del Norte, su país respondería “múltiples veces más fuerte”, citando las “abrumadoras capacidades de respuesta” de su ejército.
Durante la reunión anual del Comité Central Partido de los Trabajadores de Corea a finales de 2023, Kim amenazó con un ataque nuclear contra el Sur y ordenó reforzar el arsenal militar de su país para una “guerra” que podría “estallar en cualquier momento”.