Estados Unidos destruyó un misil antibuque de los hutíes que apuntaba al golfo de Adén

El Mando Central del Ejército confirmó la nueva operación para disuadir los continuos ataques rebeldes. “El proyectil representaba una amenaza para los buques mercantes y los buques de la Armada estadounidense”, precisó

Infobae

El Mando Central del Ejército de Estados Unidos (CENTCOM) ha confirmado este sábado la destrucción de un misil antibuque de los terroristas hutíes de Yemen que apuntaba al golfo de Adén en una nueva operación contra los ataques rebeldes financiados por Irán contra los barcos de la zona.

Los ataques estadounidenses fueron efectuados en torno a las 04.00, hora de Yemen “contra un misil antibuque hutí preparado para su lanzamiento”.

“Las fuerzas estadounidenses determinaron que el misil representaba una amenaza para los buques mercantes y los buques de la Armada estadounidense en la región y posteriormente atacaron y destruyeron el misil en defensa propia”, ha añadido el CENTCOM en su comunicado, publicado en su cuenta de la red social X.

Estados Unidos ha incluido esta misma semana en su lista de grupos terroristas a los hutíes -movimiento Ansar Alá- en represalia por sus continuos ataques contra buques en el mar Rojo en el contexto de los bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza.

Simpatizantes de los hutíes se manifiestan para denunciar que Estados Unidos ha clasificado a los hutíes como grupo "terrorista global especialmente designado", en Saná, Yemen, el 19 de enero de 2024. REUTERS/Khaled Abdullah

Ayer, el ejército estadounidense llevó a cabo una nueva ronda de ataques contra los rebeldes hutíes de Yemen, apuntando a lanzadores de misiles que se preparaban para atacar barcos en el Mar Rojo, dijo la Casa Blanca.

“Esta mañana, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo con éxito tres ataques de autodefensa contra objetivos hutíes en Yemen”, dijo a periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.

Funcionarios, que hablaron con la agencia AP bajo condición de anonimato para discutir las operaciones militares en curso, dijeron que los ataques fueron llevados a cabo por aviones F/A-18 desde el portaaviones USS Dwight D. Eisenhower. Y se asemejaron a ataques similares de Estados Unidos contra lanzaderas hutíes que se han estado produciendo casi a diario esta semana.

El presidente Joe Biden reconoció el jueves que el bombardeo de emplazamientos hutíes, incluyendo una serie masiva de ataques el 12 de enero por las fuerzas estadounidenses y británicas, aún no ha detenido los ataques de los milicianos contra los buques en el Mar Rojo que han interrumpido el transporte marítimo mundial.

El grupo respaldado por Irán reportó cinco muertos en sus filas

Al-Masirah, un canal de noticias por satélite dirigido por los hutíes, declaró que el viernes se habían producido ataques aéreos en la ciudad occidental de Hodieda, dirigidos contra el barrio de al-Yabaana, en el oeste de la ciudad. No se pudo confirmar de inmediato la ubicación de los ataques estadounidenses.

En los últimos días, buques de guerra y aviones estadounidenses han derribado, en rápida sucesión, misiles hutíes a punto de ser lanzados, lo que pone de relieve la creciente capacidad del ejército para vigilar, detectar y atacar las actividades de los militantes en Yemen. Pero hasta ahora los ataques no han disuadido a los hutíes de atacar a los buques en el sur del Mar Rojo o el Golfo de Adén, que también se han producido casi a diario.

La Casa Blanca ha dejado claro que los ataques de represalia estadounidenses también serán persistentes.

“Estos ataques continuarán durante el tiempo que sea necesario que continúen”, dijo el jueves Kirby. “No voy a telegrafiar golpes de una manera u otra”, agregó.

Durante meses, los hutíes han atacado barcos en el Mar Rojo que, según ellos, están vinculados a Israel o se dirigen a puertos israelíes. Afirman que sus ataques pretenden poner fin a la ofensiva aérea y terrestre israelí en la Franja de Gaza, desencadenada por el ataque del grupo terrorista palestino Hamas el 7 de octubre en el sur de Israel. Sin embargo, los vínculos con los barcos atacados por los rebeldes se han ido debilitando a medida que prosiguen los ataques.