Estados Unidos amenaza con defenderse tras el ataque a su embajada en Bagdad
El país liderado por Joe Biden ha advertido de su derecho a la autodefensa, aquel que permite a los Estados responder a los ataques militares de otro país para evitar más daños.
“El Gobierno iraquí se ha comprometido repetidamente a proteger las misiones diplomáticas, así como el personal militar estadounidense, que están presentes en el país por invitación de Irak. Esto no es negociable, como tampoco lo es nuestro derecho a la legítima defensa”, ha transmitido el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en un comunicado oficial.
Primer ataque contra objetivos estadounidenses en Badgad
Tras este lanzamiento que hizo sonar las alarmas antiaéreas de la legación diplomática, el país liderado por Joe Biden ha insistido de manera contundente en su derecho a la autodefensa, aquel que permite a los Estados responder a los ataques militares de otro país para evitar más daños.
Se trata, por tanto, del primer ataque contra objetivos estadounidenses en Badgad tras el inicio de las hostilidades allá por el mes de octubre entre Israel y la organización política y paramilitar palestina que se declara yihadista, nacionalista e islamista (Hamás).
Ningún grupo ha reivindicado el ataque
Hasta el momento, la realidad es que ningún grupo ha reivindicado el ataque. Si bien es cierto, también, que a la amalgama de milicias proiraníes ‘Resistencia Islámica en Irak’ se le han atribuido unas 80 acciones contra instalaciones con presencia estadounidense en Irak y en Siria desde hace ocho semanas.
La última acción reivindicada por estos grupos armados fue un ataque con dron contra la base de Ain al Asad, en el oeste de Irak y siendo una de las que más personal estadounidense alberga en el país, así como un objetivo recurrente de las milicias proiraníes junto con otras instalaciones militares en el norte iraquí.
Todas estas milicias proiraníes de Irak, cabe destacar, forman parte del conocido como Eje de la Resistencia, una alianza informal antiisraelí encabezada por Irán y conformada por el grupo chií libanés Hezbolá y los rebeldes hutíes del Yemen, entre otros.
La actitud estadounidense
Ante estas circunstancias, Estados Unidos mantiene desplegadas aproximadamente unas 2.500 tropas en Irak, las cuales llevan a cabo tareas de asesoramiento y de entrenamiento en el marco de la coalición internacional que lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Debido a estas acciones contra su personal en Irak, Washington ha respondido en al menos dos ocasiones. La última de ellas fue el pasado 3 de diciembre, cuando al menos cinco milicianos murieron un ataque con dron lanzado “en defensa propia”, señaló entonces el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM).
