Estados Unidos emitió una nueva ronda de sanciones a entidades y actores vinculados al transporte y comercialización del crudo ruso
La medida se enmarca en los esfuerzos de los aliados de occidente por debilitar a Moscú e impedir que continúe con su guerra en Ucrania
“Esta acción es parte de nuestra vigilancia contínua para monitorear el cumplimiento de la política de los precios máximos. Continuaremos tomando medidas para mantener el límite de precios y respaldar el cumplimiento”, señalaron en un comunicado desde el Departamento de Estado y enfatizaron en que la coalición seguirá trabajando para evitar que Rusia obtenga de esta fuente un importante ingreso.
“Las compañías navieras y los buques que participan en el comercio del petróleo ruso (...) deben comprender plenamente que los haremos responsables del cumplimiento de las medidas. Permaneceremos inflexibles”, agregó por su parte el secretario adjunto del Tesoro, Wally Adeyemo.
No obstante el grupo trabaja para garantizar la estabilidad del mercado por medio de fuentes alternativas de este crudo, que permitan abastecer a los hogares e industrias que antes tenían a Moscú como principal proveedor.
A esta medida se sumaron las sanciones contra dos políticos serbios. Uno de ellos es Nenad Popovic, ministro de Gobierno del país entre 2017 y 2022, fundador del Partido Popular serbio en 2014. Éste, según pudo constatar Estados Unidos, es propietario de numerosas empresas y holdings tanto en el país como en Rusia y se vale de sus conexiones de alto nivel con el Kremlin para enriquecerse y facilitar la malversación de fondos y esquemas fiscales corruptos.
El Departamento de Estado extendió esta medida a 12 empresas asociadas a él de sectores varios como la electrónica, la ingeniería o el rubro inmobiliario.
La segunda alcanzada es Misa Vacic, actual presidenta del Partido Derecha, acusada de “participar en actividades que socavan la paz, la seguridad, la estabilidad política o el orden territorial”.
Así, las propiedades e intereses en la propiedad de todos los mencionados en este último comunicado serán bloqueados e informados a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros.
Por último, con este anuncio, la Casa Blanca subrayó su compromiso “junto a otros aliados internacionales con la reducción de los ingresos petroleros que el Gobierno ruso puede utilizar para financiar su brutal invasión de Ucrania”.
La última de estas rondas tuvo lugar poco tiempo atrás, el 2 de noviembre, y alcanzó a compañías rusas, turcas, chinas y emiratíes que brindaban asistencia a Moscú y le permitían seguir abasteciéndose de material bélico clave para su ofensiva.
Mientras por la vía diplomática los aliados siguen imponiendo sanciones, Kiev desmintió que la guerra haya entrado en un período de estancamiento -por el contrario, aseguran ataques diarios- y denunció que Rusia concentra en la península del mar Negro de Crimea más de 800 misiles que planea utilizar en un ataque a su sistema energético durante el invierno, tal como hizo el año pasado.
En este contexto, Volodimir Zelensky insistió en su pedido de armamento para poder hacer frente a estas ofensivas.