Así era el arma de Arquímedes que se parecía al rayo de la muerte de Star Wars
Pese a que no hay evidencias científicas de que el matemático griego ideara un arma de estas características, algunos textos clásicos hacen referencia a ella.
Las bombas nucleares pueden causar una destrucción de gigantesca magnitud, pero la presunta idea del matemático Arquímedes se antoja más cercana al concepto que utilizó George Lucas para diseñar el arma imperial de destrucción masiva por excelencia. Según fuentes clásicas, el científico del siglo III a.c. ideó el rayo de calor como método para proteger la isla de Siracusa de los continuos ataques romanos. Si bien se da por hecho que sus catapultas pudieron existir, hay más dudas acerca de si el genio heleno planteó o puso en práctica un invento de estas características.
¿Qué dicen las fuentes clásicas y los experimentos científicos?
El problema de las fuentes clásicas es que no siempre son fiables, a veces porque no se apoyan en datos empíricos y otras porque se redactaron años o siglos después del acontecimiento histórico en cuestión. En este caso concreto no existen pruebas materiales (vía Real Clear Science) de que Arquímedes inventara o construyera estas máquinas. Luciano de Samosata (siglo II d.c.) escribió que durante el asedio de Siracusa, Arquímedes destruyó los barcos enemigos con fuego. Artemio de Tralles (siglo VI d.c.) aseguró que el matemático había creado un artilugio que utilizaba espejos para quemar las majestuosas embarcaciones romanas.
El concepto del rayo de calor es similar al de la lupa que refleja el calor, combustiona y prende las hojas. Los científicos han tratado de reproducir el hipotético invento de Arquímedes en varias ocasiones: el griego Ioannis Sakkas reunió en los años 70 a 60 marineros que sujetaban espejos y dirigió el punto focal hacia un barco, que supuestamente se consumió. Varias décadas después, científicos del MIT usaron 127 espejos y consiguieron hacer arder una maqueta de un barco romano en el campus. Sin embargo, esta misma organización lo probó de nuevo en 2010 y lo intentó con una recreación: salió humo pero no hubo llama. Llegaron a la conclusión de que el rayo de calor es posible pero poco práctico, menos todavía a escala real.
Existiera el rayo de calor o no, Arquímedes murió durante el asedio de Siracusa a manos de un soldado romano, a pesar de que había órdenes para que no se le hiciera ningún daño. Dice la leyenda que el anciano se encontraba en la playa trazando problemas de geometría en la arena. Cuando los invasores le pidieron que se reuniera con Marcelo, el general que comandaba la invasión, el griego respondió que antes resolvería el problema matemático. Halló la muerte en respuesta.