Hackers prorrusos reivindicaron un ciberataque luego de que Bélgica prometiera aviones F-16 para Ucrania

Las autoridades de Bruselas confirmaron que los atacantes no tuvieron acceso a ningún tipo de información sensible almacenada

“Cada vez que se produce un acontecimiento político, geopolítico, se ve cómo aumentan este tipo de ataques”, ha expresado el director general del Centro de Ciberseguridad belga, Miguel de Bruycker, en declaraciones a la cadena RTL. El experto confirma el ataque del jueves y apunta que son situaciones que se dan “con regularidad” y que se vigilan para tomar “medidas adecuadas”.

El ataque informático que colapsó con tráfico malintencionado las páginas web del primer ministro, el Palacio Real y el Senado, entre otros, se produjo sólo un día después de que a Bruselas viajara por sorpresa el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, y el Gobierno federal anunciara el compromiso de enviar aviones de combate F-16 a Ucrania a partir de 2025.

El grupo que ha reivindicado el ‘hackeo’ a través de la plataforma ‘Telegram’ asegura en un mensaje que su objetivo era “destruir los portales rusófobos” en Bélgica, después de que Bélgica prometiera el envío de varios F-16 a Ucrania y anunciara 1.700 millones de euros de ayuda. “La historia castiga siempre a los que no quieren aprender de sus errores”, concluye el grupo, denominado ‘NoName057′.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky. Europa Press/Contacto/Ukraine Presidency/Ukrainian
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky. Europa Press/Contacto/Ukraine Presidency/Ukrainian

Entretanto, la ONG Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció este jueves un posible envenenamiento de la periodista rusa Marina Ovsiannikova, quien en marzo de 2022 interrumpió un programa en directo en un canal ruso para denunciar la invasión a Ucrania.

La periodista, que trabajaba para el Canal 1, comenzó a sentirse mal después de tocar el picaporte de la puerta de su domicilio y alertó a la Policía francesa de la presencia de polvo blanco en la barandilla, según información del diario Le Parisien.

Temíamos por Marina Ovsiannikova y se planteó la hipótesis de un envenenamiento, que no se descarta, pero contrariamente a la información difundida por la prensa, Marina no ha declarado haber sido envenenada”, informó en la red social X el secretario general de RSF, Christophe Deloire.

Deloire informó que la Fiscalía de París abrió una investigación por sospecha de envenenamiento. Ovsiannikova permanece bajo supervisión médica y su estado de salud ha ido mejorando progresivamente, indicó el secretario general de la ONG.

La periodista interrumpió el 14 de marzo de 2022 las emisiones de la cadena de TV con una pancarta protestando contra la invasión, a pesar de la prohibición del Kremlin a los periodistas de referirse como una “guerra” a lo que las autoridades rusas denominan como “operación especial”.

Por ello, fue multada con el pago de 30.000 rublos (255 euros) por “organizar un acto público sin autorización”. Asimismo, tras una investigación al respecto, fue despedida de la cadena y posteriormente se confirmó que había empezado a trabajar para el diario alemán Die Welt.

A principios de octubre, un tribunal de Rusia condenó a Ovsiannikova en rebeldía a ocho años y medio de cárcel por “difundir noticias falsas” sobre las Fuerzas Armadas y le prohibió durante cuatro años “participar en actividades relacionadas con la administración de páginas web de redes de información y telecomunicación”.

Las autoridades rusas emitieron en octubre de 2022 una orden de búsqueda y captura contra la periodista.

En su huida de Rusia contó con la ayuda de Reporteros sin Fronteras (RSF), con sede en Francia, utilizó siete vehículos diferentes y cruzó la frontera a pie, adentrándose en un bosque.

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