El parque más cercano podría ayudar a retrasar el envejecimiento del cerebro
Un nuevo estudio señala que la falta de espacios verdes pueden dañar la salud cerebral. Por lo tanto, estos lugares ejercen una importante función protectora del órgano que comanda nuestro cuerpo y ayuda a mantenerlo saludable
“Los determinantes sociales de la salud tienen un gran impacto en la cognición, así como en la salud cardiovascular y cerebrovascular”, dijo la autora principal Lilah Besser, profesora asistente de investigación en neurología en el Comprehensive Center for Brain Health de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami.
"Comprender estas interacciones es crucial para desarrollar intervenciones para mejorar la salud cerebral en individuos que viven en vecindarios desfavorecidos", explicó Besser en un comunicado de prensa de la universidad.
Investigaciones anteriores han demostrado que un tipo de daño cerebral conocido como hiperintensidades de la sustancia blanca ha estado vinculado a mayores riesgos de enfermedad de Alzheimer y demencias, así como a accidentes cerebrovasculares.
Otros estudios han encontrado un riesgo aumentado de demencia en vecindarios de bajos recursos socioeconómicos.
Este estudio se basó en eso, utilizando resonancias magnéticas de 1260 personas. Los participantes eran cognitivamente normales y tenían 65 años o más. Las resonancias se realizaron aproximadamente cada cinco años.
Los investigadores midieron los cambios en las hiperintensidades de la sustancia blanca y el tamaño de los ventrículos cerebrales. También evaluaron las asociaciones entre los espacios verdes del vecindario, los ingresos del vecindario y las resonancias magnéticas.
“Descubrimos que el empeoramiento de la sustancia blanca era más probable para individuos en vecindarios con menos espacios verdes y menos ingresos que en vecindarios con más espacios verdes y más ingresos”, dijo Besser. “Esta combinación puede ser un factor de riesgo para la salud cerebral, pero se necesita más investigación”.
Los vecindarios se vuelven cada vez más importantes a medida que las personas se jubilan, conducen menos y tienen problemas médicos, señaló Besser. “Los espacios verdes pueden proporcionar momentos de tranquilidad para que los adultos mayores refresquen sus cerebros, reduzcan el estrés crónico y aumenten la actividad física”, dijo. “Es uno de los determinantes sociales de la salud que se pueden modificar mediante intervenciones políticas, como crear más parques y plantar más árboles”.