‘Rorschach’. Un thriller político en el universo ‘Watchmen’
Tom King y Jorge Fornés crean un excelente cómic que encaja a la perfección con la icónica obra de Alan Moore.
Alan Moore, que es una de las personalidades más fuertes, influyentes y excéntricas del mundo del cómic, se negó a dar continuidad a un universo en el que ya se había contado todo lo necesario. En su momento el escritor inglés insinuó una precuela con los Minutemen que nunca se haría realidad por razones que él solo conoce y DC guardó bajo siete llaves una franquicia que era el nuevo Santo Grial, para no despertar las iras de su guionista estrella. Pero en 2009 y con la relación ya rota, se profanaba el escondite secreto: Zack Snyder convertía el cómic en película con una adaptación bastante fiel al original; más tarde, en 2012 DC abría de nuevo la puerta a historias relacionadas con ese universo y en 2019 HBO lanzaba una serie que tuvo gran éxito. Ninguno de esos trabajos contó con el beneplácito de Moore que sentía traicionado el espíritu de la obra en aras de un afán mercantilista. De hecho, se mostró muy enfadado con la película: “Decidí que no quería que nadie en el DC volviera a contactarme. Eso fue lo que me hizo maldecir esta desgraciada película y todo lo relacionado con ella.”
Un paso adelante
Con este panorama, más la decepcionante miniserie ‘Antes de Watchmen: Rorschach’ de Azzarello, Tom King recibe el encargo de una miniserie de 12 números, esas a las que parece haberse aficionado y en las que tan bien se mueve, sobre uno de los grandes protagonistas del cómic de Moore: Rorschach. El personaje de Rorschach, inspirado en ‘Question’ de Steve Ditko, estaba destinado a ser uno de los malos de ‘Watchmen’, pero la gente tomó cariño al psicópata justiciero y se erigió en la gran estrella de la obra.
En 2019 Damon Lindelof había retomado para la miniserie de televisión la iconografía del personaje para convertirlo en el símbolo de un grupo terrorista supremacista y llevó la historia 34 años al futuro (2019). Una buena narración que complementaba al cómic primigenio desde una perspectiva innovadora. Gibbons, coautor de Wacthmen, se mostró satisfecho con este original enfoque.
Así que Tom King prefierió tirar de ese hilo, respetando también los hechos narrados en la serie y a la que hace algún guiño en sus viñetas, para montar una historia de intrigas políticas que se sitúa en 2020 en plena campaña electoral a la presidencia de Estados Unidos.
Entre el miedo y la conspiración
El asesinato fallido del candidato republicano durante un mitin por dos enmascarados, uno de los cuales va vestido de Rorschach, es el punto de arranque de un relato en el que King, exagente de la CIA, demuestra sus conocimientos sobre las alcantarillas de los partidos políticos.
A través de 12 números va colocando sin prisa las piezas de un puzle de una conspiración que recuerda a películas políticas de los 70 como ‘Los tres días del Cóndor’ o ‘Todos los hombres del presidente’, ambas protagonizadas por Robert Redford y que es curiosamente el presidente de Estados Unidos en el cómic.
El gran acierto de King es que no intenta reinterpretar la obra de Moore, crea su propio discurso en el que se logra un continuismo histórico en una sociedad que aún vive traumatizada por el posible retorno de los calamares, pero en la que a la vez se ve el reflejo de la situación estadounidense real: el auge del populismo, los grupos survivalistas, los poderes fácticos tras los partidos políticos, el fácil acceso a las armas…
Gran trabajo narrativo
King y Fornés muestran una gran maestría a la hora de montar la narración, utilizando estructuras arriesgadas que ofrecen incluso doble lectura. El ritmo va cambiando en función de las necesidades de la historia, pasando por páginas con mucho diálogo a otras donde el dibujo llevo el peso. A mitad de la historia se opta por el género epistolar, que sirve para conocer los motivos que impulsan a los personajes a cometer el atentado. Dos almas rotas que recuerdan a los Mickey Knox y Mallory Wilson de Oliver Stone y Quentin Tarantino.
Y excelente en lo visual
El barcelonés Jorge Fornés es el encargado de poner los lápices en un trabajo más que notable. Comenzó su andadura en DC en 2014, para cruzarse con Tom King en 2019 en la serie de Batman. Al igual que el ‘Watchmen’ se rige por una retícula cuadrada, aunque no se circunscribe a las 9 viñetas de aquella por página, combinando varias estructuras e incluso presentando algunas splash-pages de alto impacto visual. A diferencia de Gibbons cuyo trazo es más fino, Fornés juega más con las sombras, aunque tienen en común un dominio de la perspectiva y un estilo realista.
Otro detalle del talento del dibujante son las portadas, que comparten también con las de Gibbons su intencionalidad. Más allá de su innegable valor artístico son un anticipo de lo que lector va a encontrarse luego en las páginas de cada entrega. En el integral se han colocado las ilustraciones de las mismas sin letras para separar cada capítulo y al final del tomo se presentan todas las que salieron más algunas alternativas.
Conclusión
Tom King demuestra por qué es uno de los grandes talentos del cómic actual, crea una buena historia que sin parecerse nada a ‘Watchmen’ es capaz de rememorar parte de su espíritu. A ello se suma el excelente trabajo de Jorge Fornés, una de las grandes figuras del cómic nacional.