River, desarmadero de un campeón
Contra Vélez jugó su peor partido del año y del ciclo Demichelis. River tiene plantel y dejó de tener equipo. ¿Cuál es hoy la formación titular que hasta hace poco se sabía de memoria?
River tiene plantel pero en pocas semanas dejó de tener equipo. ¿Cuál es hoy la formación titular que hasta hace poco se sabía de memoria? ¿Dónde está el equipo que salió campeón por 11 puntos de diferencia hace un mes? ¿Cuándo fue que Nacho Fernández y Esequiel Barco perdieron el puesto? ¿Cuándo fue que Agustín Palavecino lo ganó?
Si el mediocampo fue lo mejor de River en 2023, su sello diferenciador del resto, ¿por qué regalarlo por un 4-3-3 –con Facundo Colidio marginado a una punta- que ya no le había dado resultados a comienzos de año? ¿Al técnico le pueden las ideas tácticas por sobre la realidad de los jugadores? ¿Enzo Pérez, con 37 años, puede bancarse solo el centro del mediocampo?
Las dudas siguen en la defensa, y no sólo por dos centrales –Emanuel Mamanna y Ramiro Funes Mori- en versión endeble. ¿El único torneo que le queda a River en 2023, tras dos eliminaciones consecutivas en la Copa Argentina y la Copa Libertadores, queda disminuido a un banco de pruebas para evaluar a Santiago Simón como lateral derecho? Milton Casco volvió a su versión 2015, es cierto, ¿pero aún así es menos fiable que el mediocampista devenido en defensor? O en todo caso: ¿Por qué Robert Rojas fue cedido a Tigre?
En tiempos de redes sociales urgentes y de tuits y videos más incendiarios que elaborados, Demichelis merece respeto: acaba de liderar una campaña sensacional y, no sólo eso, de construir un equipo que daba gusto verlo jugar. Por motivos que son difíciles de develar, el técnico hoy está confundido. Toca donde no debe. Interviene en lo que había funcionado muy bien. Prioriza ideas tácticas que se corresponden más con su ideario que con la necesidad del equipo. ¿Cuándo fue que comenzó a tocar -mal- lo que funcionaba? ¿En Brasil, en la revancha contra el Inter, cuando sacó de los titulares a Nacho, descuidó el medio y puso de entrada a un Solari que rinde mucho más en los segundos tiempos?
A principios de año, tras una derrota 1-2 ante Arsenal en la que River había jugado con este esquema 4-3-3 de noche, Demichelis –por convicción personal o por sugerencia de su cuerpo técnico- rotó a un equipo más fiable, un 4-5-1 contra Lanús que marcó el comienzo de la racha que terminaría con el título. Había pasado algo parecido en 2014, cuando Ramón Díaz probó con tres defensores en una derrota 3-1 ante Colón y, en medio de las críticas, para el partido siguiente volvió a un sistema más clásico, menos de autor. Como en 2023, también sería la plataforma al título.
Cómo terminará este año, por supuesto, nadie lo sabe. Pero partidos como ante Vélez no pueden repetirse. No salen gratis.
