Garry Kasparov criticó a Elon Musk: “Su delirante agenda antibélica lo lleva a interferir en beneficio de Rusia, es un riesgo enorme”
El mejor ajedrecista de todos los tiempos y una de las voces más críticas del Kremlin arremetió contra el magnate luego de que reconociera haber bloqueado el acceso a Ucrania a su sistema de satélites Starlink “para evitar un gran acto de guerra”
“Ya llamé la atención sobre la idiotez moral de Musk y su ignorancia de Rusia en su llamamiento a una ‘paz’ pro-Kremlin antes de que comprara Twitter el año pasado. Incluso mi hilo de ayer necesita una actualización, ya que ahora ha confesado con orgullo el sabotaje en nombre de los militares rusos”, continuó quien es considerado uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos.
Kasparov se preguntó cómo hizo Musk para sabotear el ataque de las fuerzas de Kiev. “¿Cuántas otras acciones ucranianas han sido saboteadas, o su presencia compartida con los amigos ‘oficiales rusos’ de Musk? ¿Estaba el personal ucraniano aislado, posiblemente dentro de Rusia?”.
El campeón del mundo de ajedrez entre 1985 y 1993 aseguró que “los buques de guerra rusos que Musk salvó personalmente han seguido asesinando a civiles ucranianos”. “Han bombardeado puertos y almacenes de grano llenos de alimentos, muchos de ellos destinados a los pobres del mundo. Su verdadera sangre está en las manos de Musk”, escribió el ruso nacionalizado croata.
“¿Por qué? ¿La falacia de que se puede negociar de buena fe con Putin? ¿Que al mismo tiempo es un loco que bombardeará el mundo ante cualquier contratiempo? ¿Por el mismo mito de la ‘paz’ explotado por generaciones de espías soviéticos en Occidente? Todo ingenuo y propaganda, todo refutado una y otra vez”, finalizó Kasparov.
El periodista Walter Isaacson, autor de la biografía de Elon Musk donde se conoció lo sucedido con el sistema de satélites Starlink, aclaró que “los ucranianos creían que la cobertura estaba habilitada hasta Crimea, pero no era así”. “Pidieron a Musk que la habilitara para su ataque con submarinos no tripulados a la flota rusa. Musk no la habilitó porque pensó, probablemente con razón, que eso provocaría una guerra mayor”, escribió en X en defensa del magnate.
Musk agradeció sus palabras, también a través de la red social que compró el año pasado. “La responsabilidad es significativamente diferente si yo me negara a actuar a petición de Ucrania frente a si hiciera un cambio deliberado en Starlink para frustrar a Ucrania. Ni yo ni nadie de SpaceX prometimos en ningún momento cobertura sobre Crimea”, argumentó el empresario nacido en Sudáfrica.
Kasparov es una de las voces más críticas del Kremlin desde hace años. Sobre todo desde que Vladimir Putin ascendió al poder en 1999. En una entrevista en mayo pasado, advirtió que la guerra en Ucrania seguirá mientras que el mandatario ruso esté en el poder. No obstante, también señaló que una victoria de Kiev sobre Moscú significaría el final de Putin.
“Creo que Ucrania va a ganar la guerra pero sería muy cauto al usar la palabra optimismo porque, mientras hablamos, Rusia continúa su matanza y genocidio. Rusia realiza la mayoría de los ataques de noche para maximizar el daño y la muerte de civiles”, dijo Kasparov entrevista con Forbes.
Kasparov recordó los muchos artículos que ha escrito criticando y advirtiendo del peligro que representa Putin para el mundo. Y también recordó que predijo todo lo que está ocurriendo en su libro Winter is Coming, que publicó en 2015.
“Yo escucho a Putin, y sé que los dictadores, mientras mienten por lo que han hecho, muy menudo nos dicen lo que van hacer. Así como Mi Lucha de Hitler sirvió de guía para los terribles crímenes que cometió, Putin siempre fue muy abierto sobre sus ideas. Siempre soñó con restaurar el Imperio Soviético. Fue él quien dijo en 2005 que el colapso de la Unión Soviética fue la gran catástrofe del Siglo XX”, dijo Kasparov.
El ex campeón mundial asegura que siempre supo que Putin iba a continuar con sus políticas agresivas, y considera trágico que, mientras todas las señales de alarma estaban a la vista, las democracias occidentales prefirieron mirar hacia otro lado, siempre hablando de compromisos y de encontrar acuerdos comunes.
