Alerta corazón: cuáles son las señales poco conocidas que pueden ser expresión de una enfermedad cardiovascular
En el Día Internacional de la Cardiología Intervencionista, cuáles son los síntomas que podrían estar indicando esta afección que, muchas veces, puede resolverse con procedimientos mínimamente invasivos por cateterismo
Si bien el tratamiento de las enfermedades de las válvulas cardíacas dependerá del tipo de válvula afectada y de la gravedad -entre otros factores-, la cirugía reparadora o directamente el reemplazo de la válvula es una intervención que muchas veces se realiza por cateterismo con excelentes resultados.
“Una de las técnicas más modernas es la del implante percutáneo (por cateterismo) de la válvula aórtica (TAVI por su sigla en inglés), que permite en forma mínimamente invasiva realizar un reemplazo de la válvula y reparar una condición cardíaca de altísimo riesgo y con elevados índices de mortalidad.
Se estima que 120 mil argentinos presentan esta condición, que se desarrolla mayoritariamente en los mayores de 75 años, una población en la que la intervención tradicional muchas veces conlleva mayor riesgo”, afirmó el doctor Martín Cisneros, presidente CACI.
Dolor en el pecho, molestias que se propagan al hombro, brazo, espalda, cuello, mandíbula o dientes, sudor frío, fatiga, acidez estomacal o indigestión, aturdimiento o mareos repentinos, náuseas, falta de aire y dolor en el pecho que puede sentirse como opresión. Estos son otros síntomas y pueden estar indicando la presencia de un ataque cardíaco o infarto, que se produce cuando se obstruye o se reduce sustancialmente el flujo de sangre que va al corazón. La obstrucción en la arteria suele obedecer a una acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias, proceso conocido como aterosclerosis.
Frente a esta circunstancia, los procedimientos endovasculares por cateterismo, sobre todo cuando se realizan en la forma más inmediata posible desde el comienzo de los síntomas, también son el método de elección y, a través de la realización de una angioplastia coronaria, el paciente regresa a su domicilio a las pocas horas de la intervención y retoma sus tareas habituales en menos de una semana.
Cerca de 50 mil argentinos cada año se benefician con alguna de estas y muchas otras prácticas de cardiología intervencionista, que se caracterizan por ser intervenciones mediante cateterismo de manera mínimamente invasiva.
Son realizadas tanto en centros privados como en los hospitales públicos y, en la gran mayoría de los casos solo requieren de una mínima sedación y la persona retoma su vida normal rápidamente. En contrapartida, las operaciones ‘a cielo abierto’ -que, por supuesto, siguen teniendo indicación precisa en determinados casos- implican anestesia general, abrir el esternón, provocar un paro cardiorrespiratorio y realizar circulación extracorpórea, con un tiempo mayor de recuperación.
“Entre los objetivos de la conmemoración, desde el CACI destacamos la importancia de que la comunidad conozca y tome conciencia sobre el papel central de la cardiología intervencionista en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares”, manifestó el doctor Juan José Fernández, cardioangiólogo intervencionista, vicepresidente del CACI.
Muchos años después de la primera angioplastia, al notar que la desoclusión con el balón fracasaba en un porcentaje significativo de casos, el médico argentino Dr. Julio Palmaz (actualmente de visita en Buenos Aires para dar una conferencia en la ceremonia de conmemoración del Día Internacional de la Cardiología Intervencionista) desarrolló en Estados Unidos el stent, que es la placa metálica que logra mantener abierta la arteria.
Palmaz trabajó en su proyecto durante 10 años y, finalmente, el 15 de agosto de 1988 lo patentó bajo el nombre de Stent Palmaz-Schatz junto a sus socios Philip Romano y Richard Schatz. Desde hace años el mundo entero utiliza los stents, que se han ido perfeccionando y han mejorado considerablemente su seguridad y eficacia.
Como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Cardiología Intervencionista, desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, confirmaron que desde las 19 horas del sábado 16 se iluminarán con los colores azul y rojo, entre otros, además del propio edificio del Ministerio, los siguientes monumentos emblemáticos: Torre Monumental (ex Torre de los Ingleses), el Monumento de Plaza Congreso y el Palacio Lezama. El viernes 15/9 se iluminará también el Palacio San Martín, sede ceremonial de la Cancillería.