Así fueron las últimas horas de los pasajeros del Titan
Según informó Daily Mail, los tripulantes recopilaron sus canciones favoritas que harían sonar a través de un altavoz, y el descenso se hizo a oscuras para ahorrar batería.
Ahora, Daily Mail ha informado sobre cómo transcurrieron las últimas horas de los pasajeros. Una de las labores que realizaron fue la recopilación de sus canciones favoritas que harían sonar a través de un altavoz. Sin embargo, no fue lo único llamativo de lo acontecido ya que Christine, la esposa de Shahzada y madre de Suleman Dawood, relató otros aspectos destacados.
Según su versión, antes de emprender el viaje hacia el fondo del océano los tripulantes recibieron dos charlas informativas en las que se les comunicó la decisión de realizar el descenso a oscuras. El objetivo, ahorrar batería y tener más probabilidades de contemplar criaturas bioluminiscentes y otras especies marinas. Asimismo, también se les informó sobre la alimentación que debían seguir.
En cuanto a esto, se les insistió en seguir varias pautas a seguir, haciendo especial hincapié en seguir una dieta “baja en residuos y sin café” el día anterior al viaje en submarino. Sobre la ropa que debían portar, se encontraban prendas como pantalones impermeables, una chaqueta impermeable naranja, botas con punta de acero, chalecos salvavidas y cascos, debido a las bajas temperaturas registradas en el fondo.
Por otro lado CEO de la compañía OceanGate, Stockton Rush, dio garantías suficientes al resto de tripulantes acerca de la seguridad del sumergible. “Es más seguro que atravesar la calle”, llegó a decirles. La seguridad que tenía Rush en sí mismo hizo que los Dawood confiaran en su diseño. “No teníamos ni idea de la ingeniería de la nave. Quiero decir, te sientas en un avión sin saber cómo funciona el motor”, declaró Christine.
Las advertencias de un especialista en navegación
Los tripulantes firmaron un contrato firmado por los tripulantes con la empresa organizadora del viaje OceanGate, en el que se eximía a ésta de cualquier responsabilidad. Además de la obligación de abonar los 250.000 dólares que costaba el billete, en el mismo se mencionaba tres veces la palabra ‘muerte’ sólo en la primera página.
De hecho, el especialista en navegación Rob McCallum ya advirtió sobre los riesgos que conllevaba viajar en este sumergible. “Creo que potencialmente te estás colocando a ti y a tus clientes en una dinámica peligrosa”, le explicó a Rush según los mensajes enviados entre ambos y a los que tuvo acceso la BBC.