Salen a la luz nuevos datos del submarino hundido

El objetivo es localizar el submarino, ya que si se encuentra el barco, se establecerán planes para intentar el rescate. Al desafío que representa la lejanía geográfica y las condiciones atmosféricas hay que sumar el escaso tiempo.

Raúl González
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Un submarino que llevaba a varias personas a visitar los restos del Titanic ha desaparecido en el Océano Atlántico. La Guardia Costera de Boston ya ha comenzado las labores de búsqueda y rescate para dar con este sumergible que “llevaba cinco personas a bordo” en el momento de la desaparición, según informó un portavoz de esta entidad a The Guardian.

El minisubmarino pertenece a la empresa OceanGate Expeditions, y se cree que su responsable Stockton Rush está a bordo junto al explorador francés de 73 años Paul Henry Nargeolet. Asimismo, también viajan Shazada Dawood, de nacionalidad paquistaní, administrador de una organización sin ánimo de lucro con sede en California, y su hijo Suleman, así como Hamish Harding, un empresario y explorador británico de 58 años, presidente de la empresa de aviación Action Aviation.

Equipo de rescate, retenido: “Tenemos que movernos ya”

Las horas pasan, pero ahora el equipo de rescate se ha encontrado con un problema inesperado. Están siendo retenidos por funcionarios estadounidenses, que no han aprobado el papeleo burocrático. Los intentos de rescate se ven obstaculizados por la burocracia del gobierno de EEUU, con un avión de equipo en la isla británica de Guernsey que no puede despegar hasta el lugar hasta que se firme la documentación.

“Tenemos que movernos. No tenemos minutos ni horas. Tenemos que movernos ahora”, ha dicho David Concannon, asesor de OceanGate.

Una experiencia turística

El barco de OceanGate suele llevar turistas y expertos que, por un módico coste superior a los 250.000 dólares, te llevan al lugar donde, a casi 4.000 metros de profundidad, están los restos del Titanic, a 600 kilómetros de las costas de Canadá.

La experiencia no está exenta de riesgos

Allí, te adentras en un pequeño submarino junto a otras siete personas, más uno o dos miembros expertos en la expedición, y te bajan a la profundidad suficiente para poder ver in situ los restos del titanic. Una experiencia inolvidable.

Los cinco integrantes de la embarcación salieron el 12 de junio de las costas de Canadá y la expedición terminaba este martes. El submarino donde viajaban tiene un soporte vital de 96 horas, unos cuatro días. Sin embargo, aunque la búsqueda continúa, el director de OceanGate ya ha avisado en alguna ocasión que el traslado no está exento de riesgos.

“A nivel tecnológico es una barbaridad”

Antonio Crucelaegui, director de la Escuela Superior de Ingenieros Navales de la Universidad Politécnica de Madrid, ha explicado este martes en ‘La Ventana’ que “cualquier hipótesis es delicada” sobre lo ocurrido con el sumergible desaparecido, especialmente por que “la ruptura de comunicaciones ya indica que algo grave está pasando porque hoy en día todo tipo de dispositivos de transporte están preparados y con soluciones alternativas para comunicarse, no solo por una vía sino por varias”.

“No sabemos qué ha pasado. Puede ser por un corte de suministro eléctrico másivo que haya afectado a las comunicaciones. Este corte a su vez puede también afectar al sistema propulsivo, con lo cual la nave se ha quedado sin propulsión para volver a la superficie, esto sería muy grave. En el mejor de los casos, puede ser otro tipo de fallo. Han podido subir a la superficie con sus propios medios y estar en alguna zona próxima. Igualmente es muy difícil localizarles porque es una zona con mucha niebla”, ha señalado.

“En un terreno tan complejo como el de la exploración submarina, lo normal es que haya especialistas, de distintos puntos del mundo y diferentes empresas, de distintas cosas. Que una sola empresa lo haga todo, ya suena sospechoso. Pasar de 500 a 4.000 metros de profundidad, desde el punto de vista tecnológico, es una barbaridad. Han ido muy rápido y cualquier error te cuesta la vida”, ha asegurado el experto.

Objetivo

El principal objetivo es localizar el submarino, ya que si se encuentra el barco, se establecerán planes para intentar el rescate. Los guardacostas están en contacto con distintos interlocutores en la Armada estadounidense, las fuerzas armadas de Canadá y el sector privado para determinar con qué pueden contar para un rescate submarino.

El comienzo de la inmersión estaba previsto parar las 4.00 horas del domingo y contaba con dos horas de bajada y otras dos horas de subida. De los tres sumergibles de OceanGate, solo el ‘Titan’ es el que tiene una mayor profundidad y con el que se puede llegar a ver los restos del Titanic.

Al desafío que representa la lejanía geográfica y las condiciones atmosféricas hay que sumar el escaso tiempo. Según ha apuntado el almirante John Mauger en Boston, los guardacostas “estiman que hay entre setenta y las 96 horas máximas” de reserva de aire dentro de la cápsula submarina.

1985, fecha clave para el Titanic

El mítico Titanic se encuentra a más de 3.800 metros bajo el mar, algo que impidió que el pecio se encontrara hasta 1985, siete décadas después del choque con un iceberg del buque que sus propietarios habían descrito como “insumergible”. El descubrimiento fue fruto de una investigación secreta de la Armada estadounidense para buscar dos submarinos nucleares hundidos.

En la actualidad, existen varias compañías que organizan viajes de varios días para ver los restos del Titanic. Algunos turistas han llegado a abonar varias decenas de miles de euros para descender en minisubmarinos hacia el transatlántico y han dejado su propia impronta al depositar placas y flores que recuerdan su breve estancia en el pecio.


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