Países europeos cuestionaron en la OEA a la dictadura de Nicaragua: Brasil hace silencio mientras negocia una declaración
Italia levantó la voz contra el régimen de Ortega, al igual que los Países Bajos, que junto con Francia pidieron también elecciones libres en Venezuela
“Seguimos con preocupación la grave situación en Nicaragua y la represión desatada contra los opositores políticos, la sociedad civil y la Iglesia Católica”, dijo el representante permanente de Italia ante la OEA, Simone Turchetta. “La misma preocupación tenemos por Venezuela. Apoyamos los esfuerzos de diálogo para generar elecciones libres y transparentes”, agregó.
Por su parte, Francia pidió a la dictadura de Nicolás Maduro encauzarse a la vía democrática. “Instamos a Venezuela a volver a la vía del diálogo para realizar elecciones libres y democráticas en 2024 con observación internacional”, dijo Philippe Létrilliart, director adjunto de la Dirección de las Américas y el Caribe de Francia. El funcionario también marcó su preocupación por la situación política en algunos países de América Central y pidió “elecciones libres y democráticas”.
Alemania también instó a elecciones libres en Venezuela el año próximo y Países Bajos lamentó que la situación tanto en Nicaragua como en Venezuela haya empeorado en el último tiempo.
Brasil evita opinar sobre Nicaragua
Mientras los países del continente americano siguen negociando una declaración de condena a las violaciones a los derechos humanos y solicitando el retorno a la democracia en Nicaragua para que sea emitida al final de esta semana por la Asamblea General, pese a los reparos de Brasil, la secretaria general de Itamaraty fue cuestionada por periodistas nicaraguenses.
“La resolución está en proceso de discusión. Estamos buscando un texto que sea interesante para todos. Y lo será”, dijo Maria Laura da Rocha, secretaria general de Relaciones Exteriores de Brasil.
Infobae informó de una propuesta alternativa de Brasil que suaviza el texto que promovieron Canadá y Chile junto con otros países que integran un grupo de seguimiento sobre Nicaragua. Según la secretaria general de la cancillería brasileña, eso “es solo un borrador”.
Cuando un periodista nicaraguense le preguntó a Da Rocha sobre cuál es la postura del gobierno de Lula Da Silva respecto de la dictadura de Daniel Ortega, un funcionario de Brasil evitó que respondiera y se llevó a la diplomática.
Lo que se negocia
La propuesta liderada por Chile y Canadá, que integran al igual que Brasil el grupo de países que hace seguimiento a la crisis que hace cinco años explotó en el país centroamericano, establecía que la OEA expresara su “alarma” por la crisis de derechos humanos que existe en Nicaragua.
La propuesta alternativa presentada por Brasil le quita ese calificativo y le pone condicionales a todos los aspectos en los que se hablaba de violaciones a los derechos humanos o ausencia de la democracia.
Uno de los cambios más importantes que propone el gobierno de Lula Da Silva es quitar la petición por parte de la OEA a Nicaragua para el “retorno” de la democracia al país. Brasil propone solicitar en cambio “el fortalecimiento” de la democracia.
Brasil también pide quitar las líneas que hablan “la confiscación de bienes y activos y la denegación de pensiones para aquellas personas privadas de la nacionalidad por el gobierno” y agregarle la palabra “supuestas” a las violaciones al derecho de propiedad y seguridad social que hizo la dictadura al quitarle la nacionalidad y deportar a cientos de ex presos políticos.
