Wall Street cerró con leves pérdidas pero registró su mejor semana desde marzo
La preocupación por las conversaciones en Washington para evitar un impago de la deuda pública estadounidense contribuyó a una caída de los principales índices que frenó el impulso de los últimos días
Si bien el Dow Jones cayó 0,3%, el S&P 500 un 0,1% y el Nasdaq un 0,2 por ciento, Wall Street tuvo su mejor semana desde marzo.
Los índices abrieron al alza ante el optimismo de que se pudiera alcanzar un acuerdo para elevar el límite de deuda de 31,4 billones de dólares este mismo fin de semana. Sin embargo, la noticia de la pausa hizo caer a los indicadores en una sesión volátil, mientras el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hablaba en un panel de política monetaria.
“El tono general del progreso que ambas partes han estado haciendo en el proceso de negociación del techo de deuda había sido un viento de cola para los mercados y era probable que cualquier cosa que cambiara esa visión los golpeara”, dijo Art Hogan, de B Riley Wealth en Boston.
“Esto no quiere decir que sea el final del proceso de negociación. Es sólo un bache en el camino”, agregó.
Powell dijo que las secuelas de los recientes problemas del sector bancario quitan algo de presión a la Fed para subir las tasas de interés, mientras que un reporte por separado indicó que la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, señaló a los presidentes ejecutivos de los bancos el jueves que podrían ser necesarias más fusiones bancarias tras las recientes quiebras.
Negociaciones por deuda en EEUU entran en “pausa”
El líder de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, anunció este viernes que las negociaciones para aumentar el límite de endeudamiento del país y evitar un default entraron en una “pausa”, en medio de “reales diferencias” según la Casa Blanca.
“Sí, tuvimos que hacer una pausa”, dijo a McCarthy a reporteros en el Capitolio al ser interrogado sobre la situación de las tratativas, al tiempo que la Casa Blanca señaló poco antes que persisten “reales diferencias” entre las dos partes para subsanar la crisis.
“No podemos gastar más dinero el próximo año” fiscal, sostuvo el republicano McCarthy, en una pulseada con la Casa Blanca que se extiende desde hace semanas, cuando se acerca la fecha del primero de junio y Estados Unidos podría entrar en una inédita moratoria.
Los republicanos continúan insistiendo en que el presidente Joe Biden debe recortar el gasto público si quiere obtener su apoyo para subir el techo de endeudamiento del país, un tope cuyo aumento o suspensión es resorte del Congreso.
Los demócratas en tanto, sostienen que las dos cosas no pueden ligarse y quieren un aumento de la capacidad de emisión de deuda sin condiciones.
“Reales diferencias”
El campo oficialista presenta las conversaciones ahora pausadas como una oportunidad de discutir el presupuesto. Pero este viernes la Casa Blanca reconoció las dificultades de avanzar con sus contrapartes republicanos.
“Hay reales diferencias entre las partes en temas presupuestarios y las conversaciones serán difíciles”, dijo un funcionario de la Casa Blanca en una declaración previa a la de McCarthy.
“El equipo del presidente está trabajando duro para encontrar una solución bipartidista razonable que pueda ser aprobada por la Cámara (de Representantes) y el Senado”, añadió.
Pulseada
Biden y McCarthy sostuvieron dos reuniones en los últimos días a medida que se acerca el plazo que según el Departamento del Tesoro podría poner a Estados Unidos entre la espada y la pared.
Los republicanos reclaman bajar el gasto público y el déficit fiscal, y quieren reducir la emisión de deuda que habitualmente permite cubrir esa brecha.
Demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo sobre este aumento de la capacidad de emisión de deuda de Estados Unidos, a pesar de que es indispensable para que el país honre sus pagos a acreedores, proveedores, pague salarios de los funcionarios públicos y las pensiones.
Subir el límite de la emisión de deuda suele ser un trámite rutinario en el país, que usa este sistema dependiente del Congreso desde hace décadas. Pero esta vez, como viene ocurriendo con más frecuencia, el asunto es objeto de una pulseada política.
Estados Unidos superó en enero el límite máximo de emisión de deuda pública, que es de 31,4 billones de dólares, y desde entonces se han aplicado medidas extraordinarias que solo permiten cumplir con las obligaciones por un tiempo.