Antidepresivos: ¿es posible desarrollar síndrome de abstinencia?
Un psiquiatra de Mayo Clinic de EEUU explica que al dejar de tomarlos de forma repentina pueden aparecer síntomas que van desde la ansiedad hasta mareos y dolores de cabeza. La importancia de la consulta médica
- Ansiedad
- Insomnio o sueños vívidos
- Dolores de cabeza, mareos o náuseas
- Cansancio e irritabilidad
- Síntomas similares a los de la gripe, como músculos doloridos y escalofríos
- Sensaciones de descarga eléctrica
- Reaparición de los síntomas de depresión
Tener síntomas de abstinencia no significa ser adicto a un antidepresivo.
La adicción representa cambios químicos dañinos a largo plazo en el cerebro. Se caracteriza por antojos intensos, incapacidad para controlar el uso de una sustancia y consecuencias negativas del uso de esa sustancia. Los antidepresivos no causan estos problemas.
Para minimizar el riesgo de abstinencia de antidepresivos, es aconsejable hablar con el médico antes de dejar de tomarlo. El especialista puede recomendar reducir gradualmente la dosis durante varias semanas o más para permitir que el cuerpo se adapte a la ausencia del fármaco.
En algunos casos, el médico puede recetar otro medicamento a corto plazo para ayudar a aliviar los síntomas a medida que el cuerpo se adapta. Si se está cambiando de un tipo de antidepresivo a otro, el doctor puede indicar comenzar a tomar el nuevo antes de dejar de tomar el original por completo.
A veces es difícil diferenciar entre los síntomas de abstinencia y los de depresión que pueden regresar después de dejar de tomar los comprimidos. Es importante mantener informado al médico. Si reaparecen los síntomas de depresión, el doctor puede recomendar continuar el tratamiento farmacológico o apuntar a otro tipo de línea terapéutica.
Para obtener los mejores resultados de un antidepresivo, el personal de Clínica Mayo recomienda lo siguiente:
- Ser paciente. Una vez que se inicia el tratamiento, es posible comenzar a notar mejoras en unas pocas semanas; sin embargo, pueden pasar seis semanas o más hasta que el medicamento sea totalmente eficaz. Con algunos antidepresivos, se puede tomar la dosis completa inmediatamente. Con otros, es posible tener que aumentar la dosis progresivamente. Hablar con el médico sobre cómo hacer frente a los síntomas de la depresión mientras se espera que el el tratamiento haga efecto.
- Tomar el antidepresivo de la manera indicada por el médico y en la dosis correcta. Si se cree que el medicamento no es eficaz o causa efectos secundarios molestos, consultar al especialista antes de hacer cualquier cambio.
- Observar si los efectos secundarios disminuyen. Muchos antidepresivos causan efectos secundarios que mejoran con el tiempo. Por ejemplo, los efectos secundarios iniciales al empezar a tomar un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina pueden incluir sequedad en la boca, náuseas, deposiciones blandas, dolor de cabeza e insomnio, pero estos suelen desaparecer a medida que el cuerpo se acostumbra al medicamento.
- Explorar las alternativas si no es eficaz. Si se tienen efectos secundarios molestos o no hay una mejora significativa de los síntomas después de varias semanas, hablar con el médico para cambiar la dosis, probar un antidepresivo diferente u otro medicamento.
- Probar la psicoterapia. En muchos casos, la combinación de un antidepresivo con la psicoterapia es más eficaz que tomar un antidepresivo solo. También puede ayudar a evitar que la depresión recurra una vez que la persona se sienta mejor.
- Evitar el alcohol y las drogas ilícitas recreativas. Muchas personas creen que el alcohol o las sustancias adictivas disminuyen los síntomas de la depresión, pero, a largo plazo, generalmente los empeoran y hacen que la depresión sea más difícil de tratar. Hablar con el médico si se necesita ayuda con problemas de alcohol o sustancias adictivas.
*El doctor Daniel Hall-Flavin es especialista certificado en psiquiatría general y psiquiatría en adicciones en Mayo Clinic