Choque entre Japón y Rusia
El gobierno nipón considera “inaceptable” la postura de Rusia sobre la falta de aprobación de las distintas consultas sobre pesca cerca de las islas Kuriles.
Así lo ha indicado este lunes el secretario jefe del gabinete japonés, Hirokazu Matsuno. “Consideramos inaceptable la posición de la parte rusa y estamos explorando las posibilidades de reanudar las actividades bajo un acuerdo respectivo”, ha dicho el político, en declaraciones recogidas por la agencia rusa de noticias TASS.
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajarova, ya se pronunció acerca de este tema el pasado mes de enero. Entonces, explicó que desde Moscú ya habían indicado a Japón que no podían aprobar consultas de estas características dadas las sanciones que Occidente le ha impuesto motivadas por la guerra. En cualquier caso, precisó que Rusia es contraria a cualquier “protesta” del Ejecutivo nipón en esta materia.
Sin embargo, el portavoz japonés ha destacado que, desde Tokio, han calificado como positivo el acuerdo que alcanzaron en Moscú el pasado 24 de marzo. En él, han pactado una serie de condiciones para los pescadores nipones que vayan a capturar salmón y trucha en la zona económica exclusiva de Japón, que cuenta con unas 200 millas de extensión.
Un conflicto histórico
Entre los siglos XVIII y XIX, los japoneses emigraron hacia las islas del Norte. Entonces, en 1855, El país del sol naciente y Moscú llegaron a un acuerdo. Con la firma del Tratado de Shimoda, se repartieron el territorio. De esta manera, Rusia se quedaba con el sur del archipiélago y Japón, con las del norte.
Sin embargo, después de la II Guerra Mundial, en la Conferencia de Yalta, Estados Unidos se comprometió con Stalin a concederle la totalidad de las islas Kuriles, a modo de recompensa por el papel de la Unión Soviética en el conflicto. Pero la llegada de la Guerra Fría y la obstinación de Washington por dejar a Japón como aliado Occidental, hizo que no cumpliera su promesa.
De esta manera, desde Japón insisten en que las islas que en 1855 acordaron que iban a estar bajo su dominio deberían seguir estándolo y pasar a denominarse Islas Kuriles. Mientras que Moscú insiste en que estas se encuentran bajo soberanía rusa desde el fin la II Guerra Mundial, primero por la Unión Soviética y, desde 1991, por la Federación de Rusia.
Y, aunque distintas ONGs han tratado de reunirse desde la década de los 40 para poner fin a este debate, las negociaciones oficiales llevan paradas desde entonces. En cualquier caso, continúa generando conflicto entre ambos estados.