Los tigres no son felinos
En realidad, tanto los tigres como los leones son félidos, una familia que se subdivide en los citados felinos y los panterinos (a los que sí pertenecen).
Se trata de un tipo de subfamilia perteneciente a la de los félidos, de la que muchos pueden no haber oído hablar hasta ahora, están los mamíferos carnívoros de cuerpo esbelto y musculoso, con extremidades muy flexibles, un oído agudo, hocico corto y una gran vista. Además, cuentan con unas garras retráctiles (excepto en el caso de los guepardos) que usan para cazar a sus presas y que guardan dentro de una especie de ‘vaina’ cuando no las usan. Por ello, se desgastan menos que las de otras especies.
Dentro de la mencionada familia, a su vez, encontrados dos subespecies diferentes: la de los panterinos (pantherinae, según su nombre científico) y los felinos (felinae). En esencia, se diferencian principalmente en la capacidad de poder rugir, una característica propia de los panterinos, como el tigre o el león. También suelen ser de mayor tamaño y una musculatura más desarrollada que los felinos.
El guepardo, único felino
Los tigres y leones, junto con leopardos y guepardos, eran las cuatro especies a las que se puede conocer como grandes felinos, aunque ya hemos visto que no es así. Dentro de los panterinos encontramos diversas especies, aunque muy limitadas: hay apenas siete vivas, por los 31 felinos que pueblan el planeta Tierra.
De estos, el guepardo (Acinonyx jubatus) es el único que, de forma estricta, se pueda calificar como felino. Es uno de los doce que forman la subfamilia de los felinos, en la que se encuentran especies como los gatos (felis), el lince (Lynx) o el puma (puma concolor). En cuanto a los panterinos, sus nombres científicos aluden a esta naturaleza: el león (panthera leo), el tigre (panthera tigris) y el leopardo (panthera pardus).