Arsenal - Racing: noche para despegar de la Academia con los lujos de Matías Rojas
El 10 aportó gambetas y un golazo de tiro libre; la Academia, que logró su primer éxito, tocó 29 veces la pelota en el 2-0 de Mura
El último instante del primer tiempo en Sarandí fue el que terminó de resolver el partido. Fue el minuto de Matías Rojas. El paraguayo salió a jugar con la 10 en la espalda, una remera de manga larga para combatir el frío de verano y una zurda que se hizo notar. En el inicio de la jugada le tiró un caño divino a Felipe Peña Biafore, en posición de ocho. Luego, contra la raya, como wing derecho, fabricó la falta ante Leonardo Marchi con un giro casi bailando sobre la pelota. Era cantado que, con la confianza bien arriba, Rojas iba a elegir patear al arco en ese tiro libre lateral. Pero ni siquiera con sobreaviso fue posible atajar ese misil para Alejandro Medina.
El nivel de Rojas, junto a Aníbal Moreno, es quizás uno de los mayores méritos de Fernando Gago desde que se hizo cargo de la Academia. El paraguayo de 27 años llegó a la mitad celeste y blanca de Avellaneda en 2019, después de ser protagonista en el Defensa y Justicia que le peleó el campeonato a aquel equipo de Eduardo Coudet. Aunque había dado muestras de su calidad, hasta la llegada de Gago nunca había terminado de asentarse como titular. En los 112 partidos que lleva con la camiseta de Racing no había convencido al público ni a sus entrenadores, que lo movían por distintas posiciones.
El técnico le encontró su puesto a Rojas, un jugador de apariciones. Recostado sobre la derecha es, junto a Carobero, la carta más peligrosa que tiene el equipo. Una suerte, salvando las distancias de contexto, de Riyad Mahrez en Manchester City o Hakim Zyech en el Chelsea. Siempre a prueba, obligado a demostrar, la confianza que le dio Gago al paraguayo fue fundamental para que muestre su mejor versión.
Al formado en Cerro Porteño, que suele aparecer en la lista de convocados de Guillermo Barros Schelotto para la selección paraguaya, se le vence su contrato en junio de este año. Una problemática que parece estar de moda en el fútbol argentino. En el microclima académico, el contrato de Rojas es uno de los temas centrales. Consultado sobre eso en conferencia de prensa, el entrenador respondió con una contundencia poco habitual para sus declaraciones públicas: “No me interesa lo que hagan otros clubes. Mientras tenga contrato, Matías Rojas va a jugar en Racing”. Un elogio fuerte.
El respaldo es mutuo. Después de la final del Trofeo de Campeones que la Academia le ganó a Boca el año pasado en San Luis, donde el paraguayo fue uno de los mejores de la cancha, Rojas se deshizo en elogios para el técnico. Con una particularidad: contó que el gol de Carlos Alcaraz que definió aquella final fue una jugada de básquet que el DT mostró en un iPad antes de que comience el tiempo suplementario.
“Dijo hagamos esto y salió. No sé en qué momento saca el análisis de hacer una jugada con las pulsaciones tan altas. Me lo puse a analizar después porque en el momento es difícil pensarlo. Claramente es una convicción que nosotros la sentimos desde el día cero y elegimos creer. Sabíamos que no estábamos equivocados”, contó el zurdo número 10.
Tan fino anda Matías Rojas que en el vestuario visitante hasta pudo bromear que dio una asistencia sin tocar la pelota. Es que cuando el partido todavía estaba 0 a 0, antes de que el reloj marcara la primera media hora de juego, Racing tuvo un tiro libre frontal que parecía clavado para él. Sin embargo, Rojas escuchó el pedido de su compañero Gonzalo Piovi y le dejó la pelota. Piovi también sacó a relucir su zurda precisa y sacó un zapatazo que se clavó en el ángulo superior derecho de Alejandro Medina.
Lo mejor del partido
Pero no fueron sólo esas acciones individuales las que le dieron el triunfo a Racing en el estadio Julio Grondona, en un partido con poca fricción, que recién tuvo su primera infracción a los 11 minutos. El segundo gol fue una jugada que ya es una marca registrada del equipo. Antes de que Facundo Mura picara al vacío y defina con repentización de delantero, Racing juntó ¡29 toques!. Un verdadero golazo. El segundo de los tres que hizo la Academia en el primer tiempo, donde definió el partido.