La impactante imagen de decenas de soldados rusos abatidos por Ucrania
El ministerio de Defensa de Zelensky compartió la fotografía aérea que evidencia el fracaso de las tropas de Putin
Cuando la imagen aérea se amplía, lo que parecen puntos se transforman en nítidos cuerpos tendidos en el campo abierto.
La imagen desmonta la narrativa de victoria que intenta instalar Vladimir Putin desde el Kremlin.
El ministerio ucraniano no brindó detalles sobre el episodio que terminó con decenas de soldados rusos abatidos ni precisó cuándo sucedió. Pero las versiones que comenzaron a circular detallan que se trataría de unos 70 soldados rusos abatidos que no lograron encontrar cobertura en medio del fuego aéreo de las tropas ucranianas. Además, se cree que la compañía rusa fue sorprendida en pleno desplazamientos, sin posibilidad de escapatoria.
La impactante imagen aérea se suma al brutal golpe sufrido por Moscú cuando al emnos 63 soldados murieron en la víspera de Año Nuevo, en una explosión que destruyó un cuartel temporal en una escuela de formación en Makiivka, ciudad gemela de la capital regional de Donetsk ocupada por Rusia en el este de Ucrania.
Los fracasos en el campo de batalla comienzan a generar polémica interna entre los propios jerarcas rusos, que culpan al Kremlin de las bajas.
Los críticos rusos dijeron que los soldados estaban alojados junto a un depósito de municiones, que según el Ministerio de Defensa ruso fue alcanzado por cuatro cohetes disparados desde sistemas HIMARS estadounidenses. Blogueros militares rusos dijeron que la magnitud de la destrucción se debió al almacenamiento de municiones en el mismo edificio que el cuartel, a pesar de que los mandos militares sabían que estaba al alcance de los cohetes ucranianos
“Lo ocurrido en Makiivka es horrible”, escribió Arcángel Spetznaz Z, un bloguero militar ruso con más de 700.000 seguidores en la aplicación de mensajería Telegram.
“¿A quién se le ocurrió la idea de colocar personal en gran número en un edificio donde hasta un tonto entiende que, incluso si impactan con artillería, habrá muchos heridos o muertos?”, escribió. A los comandantes “les importa un bledo”, afirmó.
La furia en Rusia se extendió a sus legisladores.
Grigory Karasin, miembro del Senado ruso y ex viceministro de Asuntos Exteriores, no sólo exigió venganza contra Ucrania y sus partidarios de la OTAN, sino también “un análisis interno riguroso”.
Serguéi Mironov, legislador y expresidente del Senado, la cámara alta rusa, exigió responsabilidades penales para los dirigentes que “permitieron la concentración de personal militar en un edificio desprotegido” y para “todas las autoridades superiores que no proporcionaron el nivel de seguridad adecuado”.
Imágenes no verificadas publicadas en internet de las secuelas de la explosión en el cuartel ruso de Makiivka mostraban un enorme edificio reducido a escombros humeantes.
Andrey Medvedev, vicepresidente de la Duma de Moscú y periodista pro-Kremlin, declaró que las autoridades, ya sean civiles o militares, deben valorar las vidas de los rusos. “O una persona tiene el máximo valor -y entonces se ha de castigar por pérdidas estúpidas de personal, como por traición a la patria- o el país está acabado”, escribió Medvédev en la aplicación de mensajería Telegram.
Las críticas internas son tanntas que Putin decidió pasar solo la celebración de la Navidad ortodoxa en una iglesia situada dentro de la fortaleza del Kremlin para evitar cualquier confrontación pública.
De acuerdo a datos del Ministerio de Defensa ucraniano, hasta fines de diciembre pasado la cifra de soldados rusos caídos -entre muertos y heridos- ya superó la barrera de los 100.000. Esto refleja dos cosas: el pésimo cálculo del jefe del Kremlin, y la determinación del pueblo ucraniano que desde el comienzo de los ataques rusos se unió para defender la integridad y soberanía de su país