Un recorrido en drone por las fronteras de Israel con Siria y el Líbano, entre las más tensas y complejas del mundo
Durante un tour virtual en el que participó Infobae, la coronel retirada Miri Eisin mostró imágenes y explicó los desafíos estratégicos de la zona
Para los que habitan los pueblos cerca de la frontera de Israel con el Líbano y con Siria, la vida está atravesada por la tensión. Durante un tour virtual, la coronel retirada Miri Eisin -que en 2006 se convirtió en asesora de medios extranjeros del primer ministro israelí de ese momento, Ehud Olmert- llevó a periodistas de todo el mundo a Rosh Hanikra en el oeste, donde exploró en profundidad el reciente e histórico acuerdo marítimo mediado por EEUU entre Jerusalén y el Líbano, y al este hasta los Altos del Golán, para observar en primera persona y desde la perspectiva israelí los desafíos estratégicos del conflicto en Siria y la influencia de Rusia en la zona.
La “Línea Verde” de los Acuerdos de Armisticio de 1949 especifica que Israel está delimitada por el Líbano al norte; los Altos del Golán bajo soberanía siria y el resto de Siria al noreste; Cisjordania y Jordania al este; y por la Franja de Gaza y Egipto al suroeste.
El recorrido estratégico virtual -organizado por The Jerusalem Press Club- por las líneas de demarcación Israel-Líbano-Siria contó con imágenes aéreas poco comunes que despertaron en Porat Penso todo tipo de sensaciones. “Al ver todo lo que mostraban las cámaras nuevamente me sentí abrumada. Hace cuatro años se descubrieron muchos túneles, uno muy cerca de donde yo vivo; se podía ver a través de mi ventana. Pensar en soldados reales invadiendo este espacio y amenazando mi vida... He experimentado bombas y cohetes y no me da miedo, pero que vengan soldados, camiones y drones, esto me aterroriza. Están ahí, tan cerca y tan lejos a la vez”.
Se refiere a los túneles excavados por el grupo terrorista Hezbollah para llevar a cabo incursiones en su territorio que fueron hallados por el ejército israelí en 2019 en una operación que duró aproximadamente un mes y mediante la cual se descubrieron seis sistemas de túneles con tres bifurcaciones cada uno. “Son lo más espeluznante que he visto en toda mi vida militar”, dice Eisin. “No porque sean espeluznantes en sí, sino porque están muy bien hechos”.
El frente libanés-sirio-israelí en Israel es llamado el frente norte. “Israel ha tenido una frontera tanto con Siria como con el Líbano desde el establecimiento del estado en 1948″, explica Eisin mientras mueve las imágenes que muestran diferentes puntos de la frontera y analiza las problemáticas que acechan cada rincón de esta geografía, encontrando desde la visión de un drone puntos de referencia como el Monte Tabor, que está en las montañas de Galilea, y los Altos del Golán.
“Cuando hablamos de la frontera norte de Israel tenemos que tener en cuenta que en la última década cambió drásticamente”, aclara, y hace zoom en diferentes lugares de la frontera sirio-israelí en las que dice que hay hoy “una presencia de chiítas que entran en vez de que los sunitas salgan”.
Señala una elevación en la que dice que hay varias bases sirias y que durante mucho tiempo fue un puesto de escucha ruso: “¿Cómo puedo ponerlo de una manera agradable? Las conversaciones que escuchaban no eran en árabe, eran en hebreo. Rusia es uno de los jugadores clave en Siria”.
También muestra una línea de armisticio donde se despliegan edificios de las Naciones Unidas (blureados para que no se vean) donde no está permitido que haya tropas de ningún país.
Al fin llega a la frontera con el Líbano, y entra en lo que significó uno de los momentos más trascendentes de este año para la región, ya que el Líbano e Israel oficializaron el 27 de octubre de este año un histórico acuerdo para demarcar sus fronteras marítimas. El acuerdo, bajo la mediación de la ONU y de EEUU, elimina una de las fuentes de conflicto entre Israel y el grupo terrorista libanés Hezbollah, respaldado por Irán, y podría ayudar a aliviar la crisis económica de Líbano.
Este acuerdo representa la primera demarcación de fronteras marítimas entre estos dos países y acaba con una disputa de larga data sobre aguas ricas en gas en el Mediterráneo, tras meses de negociaciones intermitentes que comenzaron el 14 de octubre de 2020.
El territorio en cuestión consiste de unos 860 kilómetros cuadrados de mar, que cubre los yacimientos de gas de Karish y Qana, y el pacto permite que el Estado judío explote el primero y su vecino árabe del norte el segundo.
Sin embargo, y pese al acuerdo, Israel y Líbano no tienen relaciones diplomáticas. Se enfrentaron en una última y breve guerra en 2006 y por eso una misión de paz de la ONU vigila su frontera terrestre desde 1978. Durante el tour virtual, Infobae indagó sobre este tema en diálogo con Eisin:
—¿Cómo ha cambiado el clima social y político desde que se alcanzó el acuerdo en octubre?
—Es un hito de Israel en el Medio Oriente porque no solemos firmar acuerdos con países con los que no solo no tenemos vínculos diplomáticos, sino que en este caso estamos en un estado oficial de guerra. Hemos pedido un tratado de paz, pero dejemos eso de lado ahora. Hemos estado en un estado de guerra. Y cuando el gobierno israelí y el gobierno libanés firmaron un acuerdo económico sobre la frontera marítima fue increíblemente transcendental.