Incertidumbre en Sudáfrica por el futuro del presidente Ramaphosa tras un escándalo por USD 580.000 escondidos en un sofá
La ausencia del mandatario en una sesión de emergencia del Congreso Nacional Africano causó malestar entre sus autoridades. Un ministro negó que el jefe de Estado esté considerando renunciar
Los pesos pesados del partido de Nelson Mandela, lastrado por la corrupción y las divisiones internas, se reunieron este viernes en Johannesburgo para discutir sobre el futuro de su presidente. Mayoritaria en el Parlamento desde 1994, la formación ANC (Congreso Nacional Africano) escoge al jefe de Estado desde el fin del apartheid y la instauración de la democracia.
El secretario general de la formación, Paul Mashatile, dijo que el partido quería examinar los hechos de manera más cuidadosa antes de reunirse de nuevo. “Los debates son duros, pero [Rampahosa] saldrá ileso”, examinó un alto cargo del partido bajo condición de anonimato. “El ambiente sigue siendo urgente”, confió por su parte un partidario del presidente.
Pero la ausencia del presidente Ramaphosa en esta sesión de emergencia de la ANC ha causado malestar entre sus miembros. Ramaphosa aseguró en la víspera que iba a acudir para tratar su caso, aunque finalmente no se ha personado. En la víspera, también prometió un discurso a la nación para dar explicaciones sobre el escándalo que le rodea, aunque posteriormente lo canceló.
Ramaphosa, de 70 años, estuvo todo el jueves consultando a los dirigentes del partido. En la mañana, personas “cercanas” al mandatario dijeron a la prensa local que no lucharía para permanecer en su cargo. Pero por la noche, los rumores de su retirada se apaciguaron después de que una parte de la formación y del sector empresarial saliera a defenderlo.
“Las personas que deciden al frente del ANC no quieren que se vaya”, resumió a la agencia AFP un dirigente del partido, bajo anonimato.
El viernes, incluso el jefe de la Iglesia anglicana salió en su favor. “Nadie debería estar por encima de la ley, pero hacer un juicio definitivo de una persona basándose en lo que, de hecho, es una comisión de investigación preliminar, que no ha hecho una determinación final de los hechos, podría llevar a la anarquía”, dijo monseñor Thabo Makgoba, sucesor de Desmond Tutu.
El ministro sudafricano de Energía y Minas, Gwede Mantashe, negó el viernes que Ramaphosa esté considerando presentar la dimisión. “Sería prematuro que el presidente renunciara sin el debido proceso”, afirmó Mantashe, importante dirigente del ANC, en declaraciones a la televisión local Newzroom Afrika.
El jueves dos ministras pidieron la renuncia del mandatario. Una fue la ministra de Gobernanza Cooperativa y Asuntos Tradicionales, Nkosazana Dlamini-Zuma, ex esposa del ex presidente Jacob Zuma, quien perdió por poco la contienda por el liderazgo del ANC en 2017 ante Ramaphosa. La otra es la ministra de Turismo, Lindiwe Sisulu, quien hizo campaña para ser elegida líder del ANC este mes.
Billetes en las almohadas
A principios de semana, todo parecía ir bien para el presidente de la primera potencia industrial de África. Dos semanas antes de un congreso crucial del ANC, Ramaphosa era el favorito para obtener la confianza en vistas a un segundo mandato en 2024, siempre y cuando el partido ganara las elecciones.
Pero el miércoles, una comisión parlamentaria publicó un informe sobre el escándalo de Phala Phala, según el nombre de una hacienda propiedad del presidente, donde cría ganado, su segunda gran pasión después de la política.
Ramaphosa “pudo cometer” “violaciones y faltas” de la ley anticorrupción en el marco de un robo en 2020 en esta granja, tras el cual se descubrió que había 580.000 dólares en fajos escondidos bajo las almohadas de un sofá, en una “habitación de invitados poco utilizada”, según el informe.
El escándalo estalló en junio cuando un antiguo responsable del servicio de inteligencia, cercano a los detractores de Ramaphosa en el ANC, presentó una demanda. Según él, unos ladrones irrumpieron en la granja, lo que sacó a la luz el dinero escondido en los muebles, pero el presidente no señaló el incidente ni a la policía ni al fisco.
Ramaphosa siempre ha negado los hechos, alegando que el dinero en efectivo procedía de la venta legítima de los animales de su hacienda.
El presidente podría ser objeto de un proceso de destitución. El Parlamento se reúne el martes para votar o no si activa este proceso. El artículo 89 de la Constitución permite la destitución de un presidente en ejercicio por motivos de una violación grave de la Carta Magna, mala conducta o incapacidad para desempeñar las funciones propias del cargo.
Varios miembros influyentes del ANC ya se han posicionado a favor del mandatario. “Iremos al Parlamento el martes, rechazaremos este informe y la vida seguirá como antes”, aseguró el diputado Mathole Motshekga, un abierto partidario de Ramaphosa.
El partido opositor sudafricano Alianza Democrática (AD) ha presentado este mismo viernes una moción ante el Parlamento para la disolución del Gobierno, lo que llevaría a unas elecciones anticipadas. El partido AD ha indicado que el escándalo que sacude a Ramaphosa “confirma que el ANC está podrido desde arriba hasta abajo”.