Gasolina para Messi

La entrada de Enzo, MacAllister y Julián es un soplo de aire fresco. El ‘10′ es el que menos corre del equipo, pero Argentina consigue no acusarlo.

Aritz Gabilondo

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Argentina es la que menos kilómetros recorrió por partido en conjunto en la fase de grupos. Apenas 105 en la suma global, de media, de todos sus jugadores por los 123 de EE UU, el que ostentó el récord. Frente a Australia, en octavos, Messi recorrió 8.599, el que menos de su equipo y uno de los que menos del Mundial hasta el momento.

Lo que en otras ocasiones hubieran sido números preocupantes para una selección con poca aportación defensiva de Messi, se contrarrestan con la aparición de varios futbolistas jóvenes que le han dado energía al once inicial y están sabiendo mantener llenos los tanques de combustible para que Messi pueda llegar fresco al momento clave y al lugar clave.

En un once tremendamente definido tras la conquista de la Copa América en verano de 2021, la irrupción de tres jugadores veinteañeros es una bendición para Argentina y para su capitán. Se trata de MacAllister, Enzo Fernández y Julián Álvarez. Tres futbolistas extraordinarios, pero además tres sabuesos que están logrando aportar energía a una Argentina que les necesita.

Enzo es, seguramente, la gran aparición del torneo. No fue llamado por Scaloni hasta que el Mundial estuvo a la vuelta de la esquina. Tras llegar al Benfica procedente de River, se hizo un hueco en la élite y en el once titular argentino en apenas unos meses. Aunque es volante, está actuando como mediocentro. Trabaja y juega. Lo hace todo.

Mac Allister, por su parte, marcó un gol importante ante Polonia y se acerca al área siempre con soltura. Todo ello sin perder su misión de ayudar al centro del campo y trabajar en las basculaciones para que no se desequilibre el bloque. Se nota que tiene el cuajo de un par de temporadas en la Premier, en la que es titular y estrella del Brighton.

Por último, la aparición estelar de Julián Álvarez es otra alegría para Messi en la punta del ataque. Presiona sin dejarse nada, hace coberturas a Leo sin balón, ocupa la banda cuando es necesario y le libera de unos espacios que con Lautaro Martínez, en los dos primeros partidos, no se vieron. Un impulso fundamental para Messi, al igual que Enzo Fernández y MacAllister, los otros dos dinamos de un equipo con el cuentakilómetros a disposición de su líder.