Brasil piensa en Zidane

Según L’Équipe, el técnico marsellés es un perfil que gusta bastante a la CBF. Todo dependerá de si no coge las riendas de la selección francesa.

Andrés Onrubia

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El futuro de Zidane en los banquillos continua siendo incierto. El técnico, de 50 años, sigue soñando con coger las riendas de la selección francesa, pero todo indica a que Didier Deschamps, el actual seleccionador, va a renovar hasta 2024 como mínimo. El marsellés tiene en mente nuevos horizontes y una de las ofertas que se le puede presentar en los próximos días es para suceder a Tite en Brasil.

Tal y como informa L’Équipe, la CBF está buscando un perfil extranjero, con un buen currículum y que esté capacitado para la siempre complicada selección brasileña. El nombre de Zidane no es el único que tiene en mente la Federación Brasileña de Fútbol. Marcelo Gallardo, Thomas Tuchel, Mauricio Pochettino o Roberto Martínez son alternativas que baraja el máximo organismo del fútbol brasileño.

Zidane, asimismo, se encuentra en el mercado desde que las últimas noticias apuntan a que Deschamps renovará con la selección francesa. Desde su salida del Real Madrid, el tres veces ganador de la Champions League en los banquillos rechazó todas las ofertas, una de ellas del PSG, para coger a Francia tras el Mundial de Qatar. El buen torneo de Les Bleus, alcanzando la final, perdida contra Argentina, hizo reflexionar a Deschamps, que comenzó el torneo siendo escéptico con su renovación y ahora podría incluso exigirle a Le Graet, presidente de la Federación Francesa de Fútbol, que le deje seguir hasta 2026, fecha en la que se disputa el próximo Mundial.

Los interrogantes en torno a Zidane se multiplican. El marsellés quiere coger un banquillo pronto, pero según indica L’Équipe, todavía no hay una posición clara sobre si aceptaría asumir el banquillo de la selección brasileña. El último extranjero que dirigió a la canarinha fue Flipo Nuñez en 1965. A pesar de haberle ganado la final del Mundial de 1998 y ser su pesadilla en 2006, Zidane sería recibido con los brazos abiertos por la pentacampeona del mundo. Su status, indiscutible, su palmares, inalcanzable, y su capacidad para entrenar, extraordinaria, son argumentos suficientes para la CBF.