Argentina se enfrenta a un muro
La selección de Polonia se ha destacado en los últimos meses por su sobriedad defensiva, el gran valor del equipo que debe superar el cuadro de Scaloni para llegar a octavos.
La selección del este de Europa no ha dejado hasta el momento ningún momento brillante en Qatar pero llegará al duelo con Argentina sin haber encajado un solo gol y como líder del grupo tras empatar en el estreno con México y luego vencer a Arabia Saudí. Tienen el acceso a octavos de final en sus manos y el equipo capitaneado por Lewandowski buscará dejar fuera la albiceleste.
Crecimiento desde la crisis
Polonia vivió un tramo terrible durante la disputa de la Europa Nations League. En su grupo, junto a Países Bajos, Bélgica y Gales solo pudieron terminar en el tercer lugar del grupo y hubo un resultado que marcó un antes y un después. En el mes de junio cayeron en Bruselas por 6-1 a pesar de anotar el primer gol del encuentro y marcharse al descanso con un 1-1.
Aunque tras encajar esa goleada tardaron en levantar cabeza en la competencia continental, lograron cerrar ese grupo con un triunfo por 0-1 en Gales ya en el mes de septiembre. Ya en la preparación para la cita mundialista se despidieron de sus aficionados en Varsovia con un triunfo de valor por 1-0 contra Chile y después han llegado los dos partidos en Qatar donde tampoco han encajado.
Físico y contundencia
En el centro de la zaga Polonia tiene a un líder como Glik que en el Mundial ha superado las 100 internacionalidades y que a sus 34 años vive el que puede ser su último gran torneo. En esta campaña disputa por segundo año consecutivo la Serie B italiana con el Benevento pero para nada parece un jugador alejado de la élite. Junto a él es ya un bastión inamovible Kiwior, que a sus 22 años es clave en el Spezia y augura un futuro muy prometedor. Ambos son muy poderosos en el juego aéreo y fiable en el corte de balón.
Desde los laterales también aparecen dos jugadores muy potentes en lo físico. En el costado diestro aparece Cash, jugador contrastado en la Premier League, donde la campaña pasada fue capaz de jugar los 38 partidos del Aston Villa gracias a su físico privilegiado. En el lado zurdo jugará Bereszyński, algo más exquisito con el balón y de enorme experiencia también en el fútbol italiano, donde juega su séptima temporada en las filas de la Sampdoria.
Pero no solo la zaga brilla en el trabajo sin balón. En la medular que lidera Krychowiak también destaca el físico y el rigor táctico. El ex de Sevilla o PSG juega ahora en el Al Shabab saudí pero eso no ha impedido que llegue al Mundial en grandes condiciones. Junto a Bielik -otro que roza los 190 centímetros de estatura- forma una dupla muy difícil de superar. Además, Zielinski, en la selección algo más escorado a la derecha, pone el poso y la salida de balón.
