Cumbre Barça-Chelsea por Aubameyang
La venta al Chelsea de Aubameyang es una opción abierta. El Barça sabe que sería un buen ingreso por un jugador que será suplente.
El Barça necesita dinero y 25 millones son muchos, más si se tiene en cuenta que Aubamayeng no va a ser titular, ni de lejos, este curso. El fichaje de Lewandowski ha cambiado su rol porque el polaco, dorsal nueve por ‘decreto’ como dijo el mismo Laporta cuando se lo quitó a Memphis, es indiscutible. No sólo eso. Ansu y Ferran Torres saben moverse en la posición de ‘nueve’ y también podrían cubrir bajas eventuales del ex jugador del Bayern y son jugadores que necesitan minutos. El primero, por su larga inactividad. El segundo, porque ha costado más de 60 millones de euros. El Barça, pues, como club, puede permitirse prescindir de él. Mateu Alemany dio luz verde a Eugenio Botas, representante de su confianza que ya participó en su fichaje cuando llegó del Arsenal, para que trajese ofertas. Para la tarea también puede contar con Deco, que también estuvo en aquella operación, ya que conocía a Aubameyang de su época de secretario técnico en la Federación de fútbol de Gabón.
Sin embargo, la venta tiene algún opositor. Aunque Xavi prefería a Morata el invierno pasado porque consideraba que se movía mejor de espaldas al juego que Aubameyang, y que este tenía problemas en espacios cortos, su rendimiento le convenció y no deja de saber que tiene un especialista. En apenas diez minutos en el campo contra el Rayo casi resuelve el partido. Xavi, no obstante, aceptará la decisión del club, entre otras cosas porque su salida puede facilitar la llegada del lateral derecho y de Marcos Alonso.
En el fondo, la decisión final será de Aubameyang, que es consciente de que no va a jugar con continuidad con Lewandowski delante, pero que también puede pensar que lo tendrá difícil en el Chelsea con Havetz o Sterling, por ejemplo. En Barcelona, además, vive cómodamente y su sueldo ha mejorado este año. Sacarlo de su refugio en Sitges tampoco va a resultar fácil. Dependerá de su ambición por jugar más y de ser un “superfichaje” de nuevo en Londres.
