Wimbledon. La final femenina, entre el talento de Ons Jabeur, del mundo árabe y Elena Rybakina, nacida en Moscú, pero que representa a otro país
Una definición inédita habrá este sábado en el cuadro femenino, entre la favorita, nacida en Túnez y número 2 del mundo, y la joven que tiene como bandera a Kazakhstán
La tunecina Ons Jabeur (27 años y 2° del ranking mundial) y la kazaja Elena Rybakina (23 y 23°), jugadoras que nunca habían superado los cuartos de final de un certamen de Grand Slam, serán las protagonistas de la final del sábado próximo.
Jabeur, cabeza de serie número 3 en Londres, venció por 6-2, 3-6 y 6-1, en una hora y 43 minutos, a la alemana Tatjana Maria (madre de dos niñas y una de las revelaciones del torneo). Rompió otra barrera. Se transformó en la primera jugadora árabe (y la primera mujer africana) en llegar a una final de un grande en la Era Abierta.
Durante los últimos cuatro años, Jabeur (la favorita de Gabriela Sabatini en el circuito, según las propias palabras de la estrella argentina) alcanzó destacadas marcas para su país y la región; ahora, después de haber ganado 22 de sus últimos 24 partidos en el circuito, la creativa tenista diestra está ante la oportunidad de ir por el hito más grande de todos: un título major.
“Soy una orgullosa mujer tunecina que está aquí en Londres de pie. Sé que en Túnez ahora mismo están enloqueciendo. Lo único que trato de hacer es poder inspirar lo máximo posible. Quiero ver más y más -no sólo de Túnez- jugadores árabes y africanos en los circuitos. Amo el tenis y quiero compartir esta experiencia con ellos”, narró Jabeur, con los ojos humedecidos, en el court central, el mismo que celebra su centenario y por el que pasaron leyendas que la tunecina observaba, embelesada, por TV.
Rybakina es rusa (nació en Moscú en junio de 1999) y, según la norma del All England, no debería jugar en en su cita estelar, pero de todos modos tiene permitido hacerlo ya que no representa al país gobernado por Vladimir Putin, sino a Kazakhstán. Cuartofinalista de Roland Garros 2021 y 17° favorita en Wimbledon, superó a la rumana Simona Halep (exnúmero 1 y campeona sobre el emblemático césped en 2019) por 6-3 y 6-3, en una hora y 15 minutos.
“No sé cómo describir cómo me siento. Me fue muy bien, me había preparado bien mentalmente. Hice todo lo posible y conseguí hacer un partido increíble”, comentó la jugadora nacida hace 23 años en Moscú. ”Será un gran partido. Ella es una gran jugadora, es muy difícil jugar contra su talento y no será fácil contrarrestarla”, afirmó sobre ese próximo duelo ante Jabeur.
Rybakina se convierte en la finalista más joven en Wimbledon desde Garbiñe Muguruza en 2015. Este jueves, la tenista kazaja hizo valer sus fuertes golpes y especialmente su servicio. Las cifras ahí son claras: Rykakina consiguió 5 aces y no cometió ninguna doble falta, mientras que Halep no pudo hacer ningún ace e hizo nueve dobles faltas.
Halep, campeona de Wimbledon en 2019 y muy apoyada por el público británico, tuvo problemas desde el inicio del partido y tuvo que ver cómo Rybakina se ponía pronto con un 3-0 a favor, antes de cerrar la primera parte con solidez. Era el primer set que la rumana perdía en esta edición del torneo londinense.
En el segundo set, Rybakina firmó ya de entrada un break, al aprovechar dos dobles faltas de Halep, que pudo luego reaccionar y equilibró 2-2. Sin embargo, Halep no tuvo más bolas de break y Rybakina selló su victoria con otro 6-3.
Los organizadores de Wimbledon, uno de los cuatro torneos más importantes del circuito profesional, decidieron excluir a los jugadores rusos y bielorrusos, pese a que hasta ahora habían podido continuar participando en las competiciones ATP y WTA con bandera neutral.
“En las circunstancias de tal agresión militar injustificada y sin precedentes, sería inaceptable que el régimen ruso obtuviera algún beneficio de la participación de jugadores rusos o bielorrusos en The Championships. Por lo tanto, es nuestra intención, con profundo pesar, rechazar las entradas de jugadores rusos y bielorrusos a The Championships 2022″, fue el comunicado publicado en abril pasado.
La conexión de Elena con Rusia representa uno de los temas centrales en una Europa convulsionada. “Llevo jugando por Kazakhstán desde hace bastante tiempo. Ellos confiaron en mí, me siento muy feliz de representar a Kazakhstán. Participé de Juegos Olímpicos, la Fed Cup... Nací en Rusia sí, pero represento a otro país. No paso tiempo en Rusia, entreno en Eslovaquia, también en Dubai y continuamente estoy viajando. Hasta el presidente de mi federación vino a verme jugar. Un honor, por supuesto. Es algo muy grande haber hecho historia como lo hice esta vez”, fue su análisis. Lejos de cualquier tipo de polémica.