Partida de póquer por De Jong
Barcelona y Manchester United negocian desde la necesidad mutua la posible venta del centrocampista holandés.
Los ejes de la partida entre ambos equipos son dos: económico y temporal. Quien aguante más la presión saldrá ganando económicamente. El Manchester United ha protagonizado, si cabe, una temporada aún más terrible que la del Barcelona y sus socios exigen novedades a los rectores del equipo. Quieren fichajes y acabar con una era lamentable en los últimos tiempos en Old Trafford que además se ha visto agravada por el dominio del Manchester City, el eterno rival. Además, a diferencia de lo que pasa en el Barcelona, los problemas en el Manchester United son sólo deportivos. Económicamente el equipo inglés sigue teniendo el músculo suficiente como para dar satisfacción a sus aficionados. Si a eso le añadimos que el hombre que han elegido para liderar la recuperación como entrenador es el holandés Eric Ten Haag y que éste tiene a Frenkie de Jong como una de sus prioridades, parece que el escenario de la partida favorece a los intereses blaugrana.
No obstante, la oferta del United al Barça por el jugador es escasa a ojos de los dirigentes catalanes. El United ofreció 60 millones esperando que la delicada situación económica culé forzara una negociación rápida. Que el Barça aceptara la primera oferta para poder sanear sus cuentas.
Pero los ingleses por una vez se han encontrado con un Barça paciente. El hecho de que la asamblea del Barça aprobara la venta de activos económicos del club que deben de concretarse en las próximas semanas hace que el club catalán siga rechazando ofertas que no lleguen a los 80 millones de euros.
De hecho, la venta de De Jong no es fundamental y si se queda, será un jugador importante para el técnico y para el club. Desde la premisa de no malvender al futbolista y esperar, parece que el Barça tiene los ases en su mano.
