Erdogan aumenta la tensión con Grecia e insiste en la desmilitarización de las islas del Egeo: “No estoy bromeando”
El presidente turco reclamó a Atenas poner fin a la presencia militar en esa zona cercana a las costas turcas. De lo contrario, amenazó con “graves consecuencias”
“Invitamos una vez más a Grecia a que ponga fin a la actitud de armar las islas con estatus desmilitarizado y que respete los acuerdos internacionales”, dijo el mandatario durante unas maniobras militares que se celebran hoy en la costa egea al sur de Esmirna, entre las islas griegas de Quíos y Samos.
“No estoy bromeando, lo digo en serio. Somos una nación seria y cuando decimos algo, hacemos seguimiento”, insistió el jefe de Estado turco en una alocución transmitida en directo en la cadena NTV.
Erdogan describió la actitud de “algunos políticos griegos” como una “impertinencia” pensada “para la política interior”, que, según advirtió, “puede tener graves consecuencias”.
“Compórtense, se lo advertimos. Turquía no renunciará a usar el poder que le confieren los tratados internacionales sobre la militarización de las islas para proteger sus derechos”, agregó.
Ankara considera que las islas griegas de Lesbos, Samos, Quíos e Icaria no pueden tener fortificaciones ni bases navales, ni contingentes militares importantes acorde al tratado de Lausana de 1923. Además, las islas del Dodecaneso, situadas más al sur del Mar Egeo, deben quedar “desmilitarizadas”, según lo establecido en el tratado de París de 1974.
Este último tratado cedió la soberanía del Dodecaneso, entonces italiana, a Grecia, y Turquía no es firmante, por lo que no puede considerarse parte agraviada, según Atenas.
El martes, sin embargo, el ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, adelantó que “se cuestionará la soberanía griega” sobre estas islas, si Atenas no depone su actitud.
Turquía y Grecia llevan décadas protagonizando roces por el dominio militar en aguas del Egeo, pero en los últimos años se enfrentan, además por la delimitación de las zonas económicas exclusivas en el Mediterráneo oriental, donde se van explorando yacimientos de gas natural.
El Gobierno griego, por su parte, pidió este jueves a Turquía que cese sus “tácticas de provocación” y opte por el “camino de la comunicación responsable y honesta”, después de las amenazas de Erdogan.
En un comunicado, el portavoz del Gobierno, Yannis Ikonomu, calificó de “alegaciones ajenas a la historia” y “mitos” las reclamaciones de Turquía respecto a las islas griegas del Egeo oriental cercanas a las costas turcas y recalcó que estas reivindicaciones “no pueden desafiar, y menos aún sustituir, el derecho internacional y los tratados internacionales”.
En tanto, el ministro de Exteriores, Nikos Dendias, instó a “evitar provocaciones” en la zona y “mantener la paz y las relaciones bilaterales” tras las amenazas de Ankara. “Hay que garantizar la paz y el mantenimiento de las relaciones siempre en el marco del Derecho Internacional, el Derecho del Mar y el respeto a la integridad territorial de otros países”, afirmó.
Ayer mismo, Erdogan volvió a describir incluso las bases militares estadounidenses en territorio griego como una amenaza para Turquía, pese a que los tres países son miembros de la OTAN. “Actualmente hay nueve bases de Estados Unidos establecidas en Grecia. ¿Contra quién? Ellos dicen que Rusia, pero no nos lo tragamos, lo digo sin ofender a nadie”, comentó en una rueda de prensa tras su encuentro con el dictador venezolano, Nicolás Maduro.
El presidente turco aprovechó para reiterar la oposición de Ankara a la inclusión de Suecia y Finlandia en la OTAN y ha acusado a los países nórdicos de dar cobijo a terroristas, según informaciones del diario ‘Hurriyet’.
“Siempre y cuando los terroristas sigan formando parte de sus Parlamentos, Turquía no apoyará su inclusión en la OTAN”, manifestó.