Red Bull tiene una nueva idea
Los de Milton Keynes planean construir un túnel de viento renovado, pese a la intención de la F1 de prohibirlos a partir de la temporada 2030.
El Mundial trabaja en un cambio de reglamento que se dirige hacia la sostenibilidad y la igualdad mecánica, por lo que entre los planes del Gran Circo existe la intención de limitar el desarrollo aerodinámico únicamente sobre la base de sus modelos CFD. Sin embargo, la situación actual de Red Bull hace que los planes de futuro que se vislumbran en el campeonato no detengan esa intención de un nuevo túnel de viento, en el que trabajan actualmente otras escuderías como Aston Martin y McLaren.
Adrian Newey, jefe técnico de los de Milton Keynes, "limitaría todo por completo al desarrollo de CFD" en consonancia con los planes de la F1, pero apunta a esos equipos que ya están desarrollando su túnel de viento como bloqueos principales a dicha proposición. Resulta coherente que las escuderías que ya trabajan en ese elemento no quieran perder una inversión que ronda los 50 y 75 millones de euros de manera inmediata, y conscientes de los beneficios que el desarrollo aerodinámico puede llevar hasta el asfalto, desde Red Bull se beneficiaran de este simulador hasta que la normativa diga lo contrario.
El objetivo de la escudería energética en reunir todas sus instalaciones bajo un mismo techo. "Actualmente estamos en la fase de obtener los permisos para todo" reconoce Helmut Marko a AMuS, y en caso de obtener el aprobado, todo el trabajo de Red Bull se centraría en Milton Keynes: oficinas, fábrica, túnel de viento, departamento de Red Bull Powertrains, simulador… Dicho de otra manera, el equipo austriaco convertiría su sede en un reflejo de lo que es Maranello para Ferrari.
El proceso se podría alargar hasta 2024, estimando un par de años para el desarrollo completo del nuevo túnel de viento. Para esa fecha podría estar en funcionamiento un modelo renovado del actual, que pese a los buenos resultados que ofrece, en Red Bull han comprobado que ha quedado rezagado. "Nos lleva demasiado tiempo alcanzar la velocidad del viento que deseamos", explica Newey al respecto, dentro de un reglamento estricto en el que salen perjudicados: "Eso nos cuesta una parte significativa del tiempo de túnel de viento al que realmente tenemos derecho”. De ahí que pase lo que pase en el futuro, en estos momentos siempre quedará como una decisión acertada.