¿Qué ha sido de la oferta de 5.000 millones por el Chelsea?

Londres, AS 

Solo quedaban unas horas para cerrar el proceso de venta del Chelsea FC, pero sir Jim Ratcliffe, dueño de la compañía petroquímica Ineos, ofreció 5.000 millones de euros por él. "Una oferta británica para un club británico", rezaba el comunicado de la empresa británica, que hacía oficial de esta manera su intención de adquirir el equipo de Stamford Bridge.

Sin embargo, la colosal oferta de Ratcliffe llegó demasiado tarde y el banco estadounidense Raine Group cerró el proceso sin contar con ella. De hecho, el mismo día que se anunció el interés del multimillonario británico, que fue el viernes 29 de abril, otras dos ofertas fueron rechazadas. Así las cosas, Sir Martin Broughton (antiguo presidente del Liverpool) y Stephen Pagliuca (dueño del Atalanta y de los Boston Celtics) se quedaron a las puertas de adquirir el Chelsea.

A pesar de ello, el máximo accionista de Ineos que no desiste en su empeño por comprar el Chelsea, según ha publicado The Telegraph. Y con la misma intención esperan acontecimientos Broughton y Pagliuca los dos candidatos cuyas ofertas fueron rechazadas por el Raine Group el pasado 29 de abril y que se quedaron a las puertas de adquirir el equipo inglés.

Finalmente, tal y como adelantó el Diario AS, Todd Boehly fue el candidato elegido para comprar el Chelsea, después de casi dos meses inmerso en el proceso de selección en el que participaron más de una decena de candidatos. Al ser seleccionado, el propietario de los LA Dodgers consiguió cinco días para negociar en exclusiva la adquisición del club.

A falta del permiso del gobierno británico y de la Premier League, Boehly tiene confianza en que cerrará el acuerdo antes del 31 de mayo, la fecha límite impuesta por Downing Street. Hay que recordar que, en caso de que la venta no se completara antes de esa fecha, el Chelsea no podría ser inscrito en la próxima Premier League. El empresario norteamericano cuenta además con el apoyo del empresario suizo Hansjborg Wyss, el británico Jonathan Goldstein y el fondo de inversión estadounidense Clearlake Capital. Un consorcio que, de concretarse la compra, invertiría 4.000 millones de euros en el Chelsea, incluyendo la reforma de Stamford Bridge.

Todavía no está claro qué se hará con ese dinero. Aunque Roman Abramovich tiene las cuentas congeladas en Reino Unido, todavía tiene poder de decisión en el club y no está claro si pedirá al gobierno parte de los ingresos obtenidos por la venta. En un principio, todo lo recaudado iba a ser destinado a las víctimas del conflicto de Ucrania, pero este extremo no está confirmado.